Era la época dorada de las adolescentes prodigio en el tenis femenino, como las Martina Hingis y Jennifer Capriati. Imponiendo la mayoría un juego de fuerza inusitada, con su desparpajo juvenil, se habían convertido en figuras dominantes ya desde los 15 años.

La realidad actual es totalmente distinta como se pudo apreciar perfectamente el sábado cuando Maria Sharapova le dio una soberana paliza 6-0, 6-0 a Beatrice Capra, una prometedora estadounidense de 18 años que inesperadamente había logrado alcanzar la tercera ronda del US Open.

Un resultado tan desigual no se había dado en una instancia tan avanzada en el cemento de Flushing Meadows desde que Martina Navratilova lo hizo en los cuartos de final en 1989.

Hoy en día, las niñas ya no pueden asustar a las mayores.

Tal fue el caso de Capra, quien admitió que quedó petrificada de entrada cuando Sharapova le miró con cara de pocas amigas.

"Antes del partido, caminó frente a mí y me dio una clase de mirada, y eso te intimida", contó Capra. "Después del partido, cuando me estrechó la mano, ahí si fue muy agradable".

Sharapova cumplirá los 24 años el próximo abril, pero la rusa se consagró en Wimbledon 2004 cuando tenía 17. Fue una de las últimas juveniles en dar el gran zarpazo.

El mando en el circuito femenino ahora está en manos de jugadores más veteranas. La edad promedio de las mujeres que ocupan los 10 primeros puestos del ranking es 26, un año más que el Top 10 masculino.

Se trata de un cambio con respecto a hace una década cuando Hingis era la número uno antes de cumplir los 18.

Fíjese en la belga Clijsters, quien el domingo apenas precisó 59 minutos para vapulear 6-2, 6-1 a la serbia Ana Ivanovic para avanzar a los cuartos de final de un torneo en el que busca revalidar el título.

El año pasado, Clijsters hizo un regreso triunfal al ganar el US Open en apenas su tercer torneo tras alejarse 27 meses para dar a luz a una niña.

Clijsters da las gracias por su experiencia.

"Digamos que cuando eres más vieja y yo he jugado tantos Grand Slams, la presión se convierte en un privilegio. Es algo que encuentras por los buenos resultados del pasado", consideró Clijsters.

También hay salvedades como Caroline Wozniacki, una danesa de 20 años que es la número dos del mundo y la primera preclasificada del torneo en virtud de que Serena Williams no pudo competir por cortaduras en un pie.

Pero ciertamente la corriente favorece a las más maduras.

Eso lo atestigua la italiana Francesca Schiavone, quien a sus 30 años está teniendo la mejor temporada de su carrera, una en la que consiguió el título del Abierto de Francia. "Me siento mejor que en Francia, pero es eso porque ya me conozco esto, sé cómo ganar partidos como este", declaró Schiavone tras deshacerse 6-3, 6-0 de la rusa Anastasia Pavlyuchenkova.

¿Y cuantos años tiene la rusa? Tiene 19, más de una década menor que Schiavone.