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Boricua se vive el orgullo patrio en Chicago

Ivelisse Díaz es la fundadora de la Escuelita Bombera de Corazón, donde comparte y celebra las tradiciones puertorriqueñas desde el 2009

5 de mayo de 2024 - 11:10 PM

La Escuelita Bombera de Corazón fue creada en el 2009 con el propósito de transmitir la historia y cultura puertorriqueña en la diáspora. (Suministrada)

Hace unos 15 años que, una bombera puertorriqueña se apoderó de la comunidad boricua en Chicago, Illinois, a donde suenan fuerte las raíces patrias, aunque la temperatura esté bajo cero.

En medio del intenso frío, la sangre calienta al compás de tambores, maracas y cuás, mientras el baile va marcando los cuerpos que se mueven al ritmo de la africanidad.

Se trata de la Escuelita Bombera de Corazón, un proyecto fundado y liderado por la educadora Ivelisse Díaz en 2009, con el propósito de transmitir la historia y cultura puertorriqueña en la diáspora, a través de la enseñanza de la bomba y la plena.

La escuela ha impactado unas 20,000 personas desde su fundación hace 15 años, confirmó la institución.
La escuela ha impactado unas 20,000 personas desde su fundación hace 15 años, confirmó la institución. (Suministrada)

Díaz pertenece a la tercera generación de una familia que emigró de Puerto Rico hacia los Estados Unidos en la década de 1950, cuando su abuelo Silverio García viajó de Patillas a Nueva Jersey, como muchos puertorriqueños, a trabajar en los campos recogiendo frutos.

Luego se trasladó a Chicago, a donde conoció a su futura esposa, Juanita García que, a su vez, se había mudado de Guayama. Allí se instalaron también sus hijos, que llegaron a la ciudad estadounidense siendo jóvenes adultos.

De ahí nació Ivelisse, que se crio en un hogar ubicado en Humboldt Park, a donde solo se hablaba español y quien “todavía gozo de las historias que me cuenta mi abuelita, de sus experiencias al llegar a Chicago, pero más importante, sus recuerdos vivos de su vida en Guayama”.

“Mi familia en los (años) 60 y 70′s, empezaron a trabajar con un comité de puertorriqueños comprometidos a preservar espacios puertorriqueños y con eso, comenzaron a trabajar como voluntarios en el Segundo Ruiz Belvis, el primer centro puertorriqueño en Chicago”, expresó la hija de Enrique Díaz y Gladys López.

“De eso, comenzaron con sus programas educativos; ya mi tío hacía máscaras de vejigantes y, de hecho, siendo nacido y criado en Guayama, ellos pudieron ver bomba. Cuando llegaron a Chicago fueron trabajar, pero como voluntarios continuaron su trabajo comunitario con la cultura”, contó la mujer de 36 años.

Su tío, Eli S. Rodríguez, fue unos de los fundadores del Grupo Yuba -un proyecto del Centro Cultural Segundo Ruiz Belvis- junto a Evaristo ‘Tito’ Rodríguez, Antonio Hernández y otros, que se convirtió en “el primer colectivo de bomba en Chicago (en) 1990-91″.

“Yo aprendí a bailar bomba a los cinco años y nunca paré. Era algo que hicimos entre familia, en las casas, en el centro puertorriqueño. Luego de muchos años empezamos a invertir en nuestros propios proyectos. Hay otras personas que también hacen bomba, pero lo que me ha inspirado a mí han sido mis tíos, mi familia”, admitió.

A sus 21 años, según relató, “quería seguir navegando en la investigación de la bomba y tenía unas herramientas que yo quería compartir con el pueblo y traer a más personas a los espacios culturales para aprender más de nuestra bomba”.

“De esa inspiración, de seguir preservando y bombeando, y con la plena, pues empecé mi escuelita que se llama la Escuelita Bombera de Corazón, fundada el 9 de noviembre de 2009, con la intención y la visión de traer el enfoque y unas herramientas diferentes para navegar entre la bomba y la plena con diferentes conceptos culturales”, manifestó.

Al cumplir 15 años de fundación, la escuelita logró obtener su propio local, justo en el barrio boricua de Chicago, a donde ofrecen clases de percusión, canto y baile, así como la historia de Puerto Rico y del Caribe.

“Mayormente, me dedico a conectar la diáspora con Puerto Rico. Para mí, siempre me ha inspirado seguir este trabajo para que los puertorriqueños fuera de la isla sepan que todavía hay un trabajo que se tiene que hacer. No podemos vivir en Puerto Rico por tantas cosas, pero es tan importante nuestra identidad”, afirmó.

“Es necesario que, nuestras comunidades en la diáspora conozcan su historia, cómo se forman, saber sus raíces, su tradición y he sido testigo de eso porque empecé desde chiquita. ¡Qué poderoso es estudiar la bomba y la plena y saber de sus raíces, saber de nuestras figuras importantes, lo que pasa en nuestra historia!”, exclamó.

Establecida como una organización de base comunitaria, la escuelita de bomba en Chicago ha esparcido sus talleres por otras ciudades estadounidenses, “a donde está nuestra diáspora puertorriqueña”, entre estas, “San Diego, San Francisco, Florida, Tampa, Orlando, Nueva York, Tennessee y Mississippi. También hemos ido a África, Francia y Cuba”.

Además, el proyecto cuenta con dos grupos musicales: Bomberxs D’ Cora, y las Bompleneras.

El proyecto cuenta con dos grupos musicales: Bomberxs D’ Cora, y las Bompleneras.
El proyecto cuenta con dos grupos musicales: Bomberxs D’ Cora, y las Bompleneras. (Suministrada)

“Ya son 15 años con la escuelita, son más de 20,000 personas que hemos impactado. Esta música mueve, es lo más poderoso que tenemos, es nuestra palabra, nuestra educación, saber nuestra historia y ahí es donde está. Hay estudiantes puertorriqueños, dominicanos, cubanos, mexicanos, colombianos, de todo Latinoamérica”, reveló.

Mientras tanto, “aprendimos a plantar bandera en las cuatro etapas del año, no importa si está frío o es primavera”.

“Nosotros tocamos afuera en lo más frío que hay, pero nada le quita al puertorriqueño de ser puertorriqueño. El frío ni el calor importan, porque para uno sentirse vivo, nos activamos y sonamos esos barriles en el frío cuando hay clases o bombazos. Esto es un movimiento, y cuando hay movimiento, hay mucha candela y fuego”, sentenció.

“Parte del trabajo que se ha hecho de personas que vinieron antes que yo, mis mayores, estoy siguiendo un legado para que llegue a las otras generaciones. Ya nosotros le estamos dando clases y organizando, haciendo el movimiento y preservando la bomba con personas que son familia y otros que no son familia que también tienen derecho a ser parte de este movimiento cultural en la preservación de nuestra cultura puertorriqueña en la diáspora”, concluyó.

Para detalles: bomberadecorazon.com.

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