El I-Ching es el resumen de una sabiduría milenaria. Tiene su origen en China. Hay diferentes métodos para consultarlo, a mí me gusta relacionarlo con la astrología. Al tirarlo procuro estar en una atmósfera adecuada. Busco tener la representación de los cuatro elementos: aire, prendiendo mucho incienso; agua, una copa con agua; tierra, un cuarzo; y fuego, una vela prendida. Para leer el oráculo del I-Ching se lanzan tres monedas y según caen se forman los “hexagramas”. Las caras valen 2 y la cruz vale 3. Se tiran seis veces hasta formar las seis líneas que componen el “hexagrama”. A continuación el resultado en el umbral de un nuevo año: