Desde la izquierda, Manuel Cidre, secretarios del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio de Puerto Rico; la maestra ronera Silvia Santiago López y Philippe Brechot, presidente y CEO de Destilería Serrallés.
Desde la izquierda, Manuel Cidre, secretarios del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio de Puerto Rico; la maestra ronera Silvia Santiago López y Philippe Brechot, presidente y CEO de Destilería Serrallés. (Suministrada)

Silvia Santiago López es una figura clave en el desarrollo de la industria del ron en Puerto Rico, a través de los distintos roles que ha ejecutado durante 50 años en la Destilería Serrallés, especialmente, como primera maestra ronera del país y la segunda del hemisferio occidental.

Además, por las pasadas tres décadas, esta orgullosa ponceña de 72 años, ha liderado una compleja operación en calidad de vicepresidenta de Manufactura que comienza con la adquisición de la melaza hasta que el producto está empacado y listo para ser degustado por miles de consumidores en todos los rincones del planeta.

Sin embargo, la exitosa profesional, esposa y madre de tres hijos, nunca olvida sus raíces humildes pues, se crió en el desaparecido barrio Machuelito de Ponce que, para ese entonces, era el sector con mayor nivel de pobreza en la Perla del Sur.

“Nací en el barrio más pobrecito que había en Ponce, que era Machuelito, que estaba antes del puente de los leones. Mi papá caminó descalzo porque había mucha pobreza y se fue para el ejército para poder ganar dinero, y mi mamá se queda cuidándonos a nosotros que éramos tres hijos”, recordó la hija de Ángel Santiago y Julia López.

“Me siento muy orgullosa porque mis padres pusieron los cimientos de lo que yo soy hoy. Esas raíces humildes que tengo, las llevo con tanto orgullo. No me permito nunca olvidarlas”, agregó al mencionar que con la eliminación del barrio, su familia se mudó a la calle Atocha en el casco urbano.

A temprana edad, Silvia demostró su deseo de echar para adelante, aunque las limitaciones económicas parecían esfumar su sueño de estudiar en la universidad.

“Mi mamá quería hipotecar la casa porque ella quería que yo estudiara. Yo no quería porque sabía que había vivido aquella experiencia de ver cómo ella guardaba sus chavitos, cambiaba las cositas, no, no. Pero un buen día, llega el cartero y entrega una carta. La Universidad Católica me dio una beca de honor”, sostuvo la egresada de la legendaria Ponce High, en 1969.

Ahí inició la ruta que le permitió graduarse en biología y tecnología médica y, más adelante, completar un grado en química.

“Cuando estudio tecnología médica coincido en que Destilería Serrallés estaba buscando a alguien que supiera de microbiología para trabajar con las levaduras y la fermentación. Hicieron unas entrevistas y me escogieron para la posición”, sostuvo.

“No sabía lo que era la industria. No sabía lo que era hacer ron. Sabía de los productos porque Don Q ha estado en todas las actividades y la vida de los puertorriqueños. Pero comienzo a trabajar en la destilería y me enamoré. Todavía, 50 años después, estoy igualita de enamorada”, confesó.

Santiago López inició en el laboratorio de la centenaria empresa en 1973, luego se convierte en directora de Calidad y Cumplimiento, asistente del gerente y vicepresidenta de Manufactura.

Sueños por cumplir

Sin pretenderlo, Silvia ha representado una pieza importante en la industria del ron, un renglón que, generalmente, es dominado por hombres.

“Yo sería sumamente feliz de poder saber que, en efecto, abrí camino y brecha para las mujeres que quisieron entrar. Cuando empecé, fui la primera mujer en la planta. No me percataba porque estaba tan acostumbrada”, señaló la primera maestra ronera de Puerto Rico.

No obstante, una de las ejecutorias que más disfruta es como esposa y madre de tres retoños. Sobre esto, aseguró que “mi esposo, Roberto Velázquez, es el viento sobre mis alas”.

“Gran parte de lo que soy es gracias a ese empuje porque él estuvo siempre allí y siempre me dio entusiasmo. Se quedaba con los tres hijos siempre que viajaba; tengo dos varones y una hembra que son adultos ya. Ellos también son mi inspiración”, reveló.

Al cumplir medio siglo en la empresa que la ha visto crecer y desarrollarse en una líder ejemplar, Silvia confesó que “todavía me queda mucho por hacer en el trabajo. Tengo muchos proyectos que están corriendo y hay muchos sueños que están adelantándose”.

En reconocimiento a su fructífera trayectoria, el Departamento de Desarrollo Económico y Comercio de Puerto Rico (DDEC), y el secretario Manuel Cidre, mediante el programa Rones de Puerto Rico, rindieron homenaje a Santiago López en un evento realizado el pasado miércoles en el Castillo Serrallés.

“Silvia es una mujer ejemplar con una carrera extraordinaria, a quien su esfuerzo la ha llevado a convertirse en esta profesional a quien todos admiramos. Silvia representa la excelencia y calidad del producto que tenemos en nuestra Isla, a la vez que nos representa y eleva la labor de todos los que trabajan en la industria del ron. Al mismo tiempo contribuye al desarrollo económico de nuestra isla ayudando a posicionarnos como la Capital Mundial del Ron”, expresó Cidre.

“En Destilería Serrallés, Silvia es un gran ejemplo para todos. Este merecido reconocimiento celebratorio que hoy se le otorga tras medio siglo de una brillante ejecutoria profesional, es motivo de orgullo para la industria del ron y para todo Puerto Rico”, concluyó Philippe Brechot, presidente y CEO de Destilería Serrallés, Inc.

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