En 2018, el inversionista Brock Pierce detalló en una publicación estadounidense su plan de “convertir” a Puerto Rico en epicentro del mundo de las criptomonedas. La sede de esa promesa sería el antiguo Museo del Niño, ubicado en un área céntrica del Viejo San Juan, a pasos de la histórica calle del Cristo y La Fortaleza.