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La remoción de las ventanas fue parte de los trabajos de demolición interna que se hicieron en 2019. Según se informó, se sustituirán con ventanales que cumplan o excedan los requisitos de los códigos actuales y que también tengan la capacidad de producir energía solar.
La remoción de las ventanas fue parte de los trabajos de demolición interna que se hicieron en 2019. Según se informó, se sustituirán con ventanales que cumplan o excedan los requisitos de los códigos actuales y que también tengan la capacidad de producir energía solar. (VANESSA SERRA DIAZ)

Aunque hace años no se vea movimiento en el lugar, el inversionista Jeff Carmichael aseguró que continúa “con mucho entusiasmo” el proyecto de transformar la antigua Torre de Oración en un complejo comercial y de vivienda de alquiler llamado Rise Village.

“Estos proyectos toman mucho tiempo y tienen muchas complejidades, muchas regulaciones y muchos asuntos para resolver. Pero el producto final va a ser asombroso”, afirmó Carmichael en entrevista telefónica con En pies cuadrados. “Esperamos que la construcción comience en el primer trimestre (de 2023) y The Phoenix Fund está cuadrando el financiamiento”.

El concepto de Rise Village se presentó en abril de 2019 en una conferencia de prensa convocada por el gobierno y The Tower Group. Bajo ese conglomerado de corporaciones figuraba Tower Acquisition Group, que dos años antes le había comprado el edificio sin terminar y un predio adyacente a la Iglesia Cristiana Fuente de Agua Viva.

Según consta en la escritura pública emitida el 7 de abril de 2017, la compraventa ascendió a $28.5 millones y se finiquitó con el aval del Tribunal Federal de Quiebras, pues la iglesia ya estaba en su proceso de bancarrota.

En un aparte con ese medio después de la rueda de prensa de 2019, Carmichael describió a Rise Village como un “edificio inteligente y verde” que tendría en los niveles inferiores áreas comerciales, una variada oferta gastronómica y espacios para cotrabajo y oficinas.

Mientras, en al menos 10 de los niveles superiores, se construirían más de 350 apartamentos de alquiler dirigidos a personas mayores de 55 años que cualifiquen para subsidios de vivienda, con una porción de unidades de renta a precio de mercado.

Aunque todos estos elementos se mantienen en pie, muchos otros han cambiado en el camino.

Lo primero es el costo del proyecto, que en 2019 se estimó en $120 millones. “Estamos finiquitando el desglose de costo, pero sí, va a ser mayor. Estamos estimando que sea potencialmente 15% adicional”, adelantó Carmichael.

$75 millones en créditos contributivos

Cuestionado sobre el monto y el estatus de los créditos contributivos concedidos al proyecto, Carmichael indicó: “No recuerdo eso (…) Pero en el paquete de financiamiento tendremos una combinación de fuentes”. Y, según agregó, esto incluirá crédito comercial y de capital privado, en gestiones que tiene a cargo The Phoenix Fund.

Según corroboró este medio, la citada firma es local, liderada por el consultor financiero Francisco J. Rivera y asumió en julio de 2020 el control de la mayoría de las corporaciones ligadas a Tower Acquisition Group, que antes presidía Carmichael.

Por su parte, la Autoridad para el Financiamiento de la Vivienda (AFV) confirmó mediante su portavoz que, bajo la dirección ejecutiva de Edwin Carreras, el proyecto de Rise Village obtuvo $75 millones de créditos para desarrollo y rehabilitación de vivienda de alquiler. Además, la AFV informó que en abril de este año envió cartas al representante legal en récord para indagar el estatus del proyecto y no recibió respuesta, por lo cual tiene en agenda enviar personal al lugar para hacer la inspección visual.

Al momento de esta publicación, el Departamento de Hacienda no había respondido a la petición de este medio para que informara el estatus de estos créditos. Por virtud de ley, toda cesión, transferencia o reventa de estos créditos tiene que notificarse a la citada agencia.

Por otro lado, Lourdes Vázquez, portavoz del municipio de Carolina donde se ubica la torre, confirmó que el proyecto tuvo para 2019 un permiso para hacer las demoliciones al interior de la estructura.

En esa fase, según el archivo de este medio, se registró un incendio y un accidente laboral en el que murió un trabajador.

Vázquez también informó que los proyectistas solicitaron “una consulta de ubicación para el proyecto de vivienda para personas mayores, pero se archivó”. Esto respondió a que no se continuaron las gestiones y “nunca sometieron un permiso de construcción”, explicó.

Rediseño enfocado en energía y calidad de vida

Aún así, Carmichael se reiteró confiado en que, tras más de dos años de optimizar el diseño e incorporar los cambios en códigos de edificación, la fase de construcción comenzará en el primer trimestre del año entrante, con la firma local RB Construction como contratista general.

“Lo conceptualizamos como un centro de encuentro para las personas que trabajan y residen en el edificio, pero también para quienes trabajan y viven en la comunidad”, expresó Carmichael, quien cuenta con un decreto por Ley 22 como inversionista residente.

Enumeró que esto incluirá establecer un servicio de autobús de trasbordo (shuttle) entre Rise Village y el aeropuerto Luis Muñoz Marín; un estacionamiento multipisos con más de 1,000 espacios; áreas verdes; y una oferta comercial y de entretenimiento para niños y adultos.

Mientras, para los residentes habrá una amplia piscina; áreas comunes en cada piso; una vereda en el techo, a fin de aprovechar que el área es de casi 1 acre; y la tranquilidad de que Rise Village producirá su propia energía y tendrá redundancia de telecomunicaciones.

“Sin duda alguna, este será el proyecto más ecoamigable y resiliente en Puerto Rico”, finalizó.

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