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Los consumidores que vayan a comprar el pavo para preparar la cena de Acción de Gracias, asegúrense de que el producto tenga una sola etiqueta y que marque el peso correcto, aconsejó el Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO).
En anticipo al Día de Acción de Gracias, los inspectores de la agencia comenzaron esta semana a visitar los negocios para verificar que estos cumplen con los reglamentos y leyes requeridas, y que los pavos que están a la venta pesan las libras que dice la etiqueta.
En una de las visitas este jueves en la región de San Juan, a la que asistió la secretaria interina del DACO, Lisoannette González, los inspectores se percataron que los pavos tenían dos etiquetas con pesos y precios distintos.
Eso ocurrió en el supermercado Econo de la avenida Campo Rico en Carolina, indicó Christopher Domenech, relacionista público de la agencia. Este explicó que las dos etiquetas eran: una con el peso del pavo solo, y la otra incluía el peso del pavo junto con el empaque.
“El precio se establece según el peso del producto, sin el empaque. En este caso, es el peso del pavo y no puede incluir la tara”, señaló Domenech.
De inmediato, los inspectores del DACO ordenaron retirar las etiquetas de los pavos, y pidió al personal del Econo de Campo Rico que los volviera a pesar y les colocara la etiqueta con el peso correcto.
Eduardo Marxuach, presidente de Supermercados Econo y Johnny Barrreto, dueño del Econo de Campo Rico, explicaron a El Nuevo Día que los pavos que compraron llegaron con un “sticker” del fabricante. Esa etiqueta es el peso “gross” del pavo, que incluye además el peso del plástico, del hilo y del hielo que tiene el empaque.
Marxuach indicó que en Puerto Rico “hay que restarle la tara”, y ese cálculo es validado por el DACO.
Por ello, Econo de Campo Rico marcó el precio de los pavos con el peso neto, pero no eliminó la etiqueta del fabricante, sino que colocó la suya en otro lado del producto, dijo Barreto.
El DACO les pidió que las colocaran encima de la etiqueta del fabricante para evitar la confusión de los consumidores, comentó el empresario.
Domenech señaló que una situación similar ocurrió para estas fechas en el año 2021 en el supermercado Econo de Altamira en Guaynabo, y también se ordenó repesar todos los pavos y ponerle las etiquetas con el peso correcto.
La agencia no multó al Econo de Campo Rico, pues la empresa accedió a corregir el error en el momento, sostuvo Domenech.
Desde el pasado lunes, 13 de noviembre los inspectores del DACO han visitado 22 supermercados en las cinco regiones de la agencia. Hasta ahora, no han emitido ninguna multa.
Las inspecciones relacionadas con la venta de pavos continuarán hasta el miércoles próximo. Domenech indicó que esta vez no hay escasez de pavos, los supermercados tienen más variedad de tamaños y hay precios por debajo a los del pasado año.