El Plan de Ajuste (PDA) y la consecuente actualización del Plan Fiscal 2022 del gobierno central supone un alivio importante en los pagos que Puerto Rico hará a los bonistas en las siguientes dos décadas, promueve inversiones en infraestructura, aumentos salariales para ciertos empleados públicos y crea una reserva para asegurar el pago de las pensiones, según el análisis más reciente del Centro para Una Nueva Economía (CNE).