

22 de diciembre de 2025 - 11:09 PM


Mantener la consistencia en gran parte de sus recetas creadas a mediados del siglo 20, es quizás el plato fuerte del restaurante Pizza Heaven en Ponce, catalogado por muchos como un “templo de la gastronomía” en la zona sur del país.
El popular negocio que, representa la fuente de empleo de 24 trabajadores, mayormente jefes de familia, inició su propuesta culinaria en 1951, para servir a las personas que llegaban en tren a la Ciudad Señorial.
De hecho, el establecimiento que fue propiedad de la familia Martínez durante tres generaciones, se erigió a pasos de la calle Ferrocarril en donde era la estación principal y, aunque en sus orígenes solo vendía pizza, con el tiempo fue desollando una amplia propuesta gastronómica que todavía mantiene los secretos de su menú original.
Así lo ha determinado su actual propietario, Juan Carlos Díaz Vivaldi, quien compró la llave del negocio a la tercera generación de comerciantes, en marzo de 2006.
“El restaurante se estableció aquí porque al frente era la vía del tren. Por eso, esa calle se llama Ferrocarril. El propósito era para brindar alimentos y venderles a las personas que llegaban a visitar para negociar en Ponce, además de los que trabajaban en la estación que era la principal”, manifestó el hombre de 47 años.

Asimismo, señaló que el nombre del restaurante proviene del único producto que se vendía en 1951: la pizza. Eran recetas creadas por doña Josefina Martínez que, junto a su esposo levantaron los cimientos del negocio.
No obstante, como muchos ponceños, Díaz Vivaldi acudía al restaurante con su familia desde que era pequeño y, por eso, no titubeó cuando se le presentó la oportunidad de comprar el negocio.
“Fueron tres generaciones las que la operaron y la tercera decidió venderme la llave hace 20 años. Ahí empezó la travesía. Pero mi abuelo siempre fue comerciante y tuvo un sinnúmero de negocios. Mi padre era abogado, pero también comerciante y mi hermano es el dueño (del restaurante) La Casa del Chef”, recordó.
“Esto fue una oportunidad, es la realidad. Así que, cuando llamaron a mi padre para decirle sobre el negocio, nos sentamos y entonces, no dudé en comprar la llave. Nosotros sabíamos la calidad de comida que se ofrece aquí y el respaldo de la gente que viene por mucho tiempo, tanto de Ponce como de otras partes de la isla”, añadió.
La inversión total ronda en unos $800,000 que, según el ponceño, incluye la llave y la adquisición del edificio, tanto con el préstamo que hizo en un principio como la reinversión de sus ganancias para mantener la calidad de su ofrecimiento.
“Yo empecé mi carrera de comerciante aquí y más que un restaurante, es un legado de sabor. Creo que todo ponceño viene aquí desde que nace. Mucha gente lo considera un templo de la gastronomía”, resaltó.
El lugar cuenta con dos salones principales que, en conjunto acomodan a 118 comensales.

“Te diría que la clave de Pizza Heaven es que, es un restaurante familiar; le llamo un ícono de la ciudad. Lo segundo, es el servicio. Para nosotros, lo más importante es la persona se vaya contento y agradecido del servicio”, sostuvo el esposo de Ixsamari Rodríguez Anadón y padre de dos niñas.
“Yo siempre digo que, en un restaurante nos dedicamos a cocinar. Se supone que uno coma bien porque a eso nos dedicamos, pero la clave es el servicio. Aquí siempre estamos muy pendientes a eso y damos talleres a los muchachos (empleados) para seguir evolucionando”, agregó.
Aunque no “he contado” la cantidad de alternativas en el menú que, es de aproximadamente 60 platos, Juan Carlos aseguró que otro de sus secretos es la calidad y frescura de los productos utilizados para elaborar las recetas.
Además, insistió en que “todo se hace aquí”.

La experiencia gastronómica, de acuerdo con el propietario, inicia con su tradicional pan con ajo, el cual “es gancho más grande que tiene el restaurante”.
“Aquí la gente llega pensando en el pan con ajo y luego dicen qué van a comer. La mayoría de las recetas son heredadas y, aunque tenemos muchos platos nuevos que hemos integrado en el transcurso de los 20 años, la mayoría están desde 1951”, destacó.
“Hoy día, lo más que vendemos es comida criolla, mofongo relleno y carnes a la parrilla. Tenemos mariscos, pasta, lasaña, O sea que la pizza ha ido a un quinto plano, pero el nombre es porque lleva muchísimos años y tenemos los clientes de pizza también. La masa la hacemos diariamente con ingredientes frescos; es un buen producto”, apuntó.
En tanto, mencionó que, “el plato que más se vende es el churrasco a la parrilla o mofongo relleno de churrasco”.
“También se vende mucho el biftec de lomillo encebollado, las lasañas de carne o pollo, los chicharrones de pollo y la carne frita. Otro que se vende mucho son las pechugas hechas de cualquier forma”, reveló.
“La peculiaridad de las pechugas es que, todas las semanas nos llegan frescas de To-Ricos y aquí las porcionamos. Ya sea rellena, a la parrilla o encebollada, es un plato que sale mucho”, esbozó.
En cuanto a las carnes, señaló que reciben los pedidos frescos directamente de la Ganadería Santiago en Yauco. “Nos entregan todas las semanas”.
“Me llegan las postas del churrasco, las limpio aquí, igual que ribeye y el sirloin; picamos la pieza al momento. Nosotros tratamos de impulsar los artículos del país. Por eso es que, la pechuga y las carnes son de aquí. Igual que los vegetales que compramos de fincas locales a través de los suplidores”, recalcó.
“En cuanto a los aperitivos, los que mayor respaldo tienen son las alcapurrias y sorullos; lo produzco todo aquí. En postres, tenemos flanes de coco, vainilla, queso y calabaza que se preparan aquí. El tres leches y el cheesecake lo traen de afuera, pero son homemade”, agregó.
Sobre los platos agregados al menú, destacó, “son el mofongo relleno de churrasco y el tornado que, es un churrasco con una base de un majado de yuca y encima tiene camarones”.
“También tenemos el filete de pescado empanado en plátano en salsa criolla y, el filete de dorado empanado en masa de bacalaíto”, enumeró.
De otra parte, abogó por la consistencia de sus platos como una de las fortalezas de su negocio.
“La consistencia en la comida siempre debe ser igual y así lo hacemos desde hace 74 años. Llegas y te tienes que sentir en tu casa”, sostuvo al mencionar que, el restaurante abre los siete días de la semana.
“La meta es que nuestra familia, de los 24 empleados, podamos seguir echando pa’ lante y tener trabajo. Segundo, la meta es que podamos seguir sirviendo al pueblo de Ponce y a todo el que nos visita”, sentenció.
La editora de Negocios Joanisabel González explica los temas económicos más importantes a nivel local e internacional.

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