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Tres generaciones impulsan la expansión del Mesón Sándwiches

El patriarca y fundador comparte cómo nació la empresa que lleva 50 años en la isla y planifica crecer en otros estados norteamericanos

7 de diciembre de 2022 - 11:40 PM

Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 2 años.
Felipe Pérez, presidente del Mesón Sándwiches; Felipe Hamilcar Pérez, director de operaciones; don Felipe Pérez, fundador del Mesón Sándwiches, y Gil Pérez, vicepresidente. (Suministrada)

ORLANDO- Ese deseo de servir y llevar el pan a cada mesa se mueve en franco progreso desde hace 50 años. Comenzó en Aguadilla, pasó a Mayagüez y a San Juan, y hoy día ubica en cuatro espacios en Orlando, con miras a ampliarse tanto en Florida como en otras zonas de Estados Unidos.

El fundador del Mesón Sándwiches fue militar y policía, y su esposa era maestra. Su residencia estaba ubicada en la zona de la base militar Ramey, donde dos de sus tres hijos estudiaron.

Don Felipe Pérez, quien a sus 82 años aún visita los restaurantes, fue a un retiro espiritual a sus 22 años. “Ahí conocí al Cristo vivo”, aseguró don Felipe desde una mesa del Mesón Sándwiches en Lake Nona Orlando, Florida.

Añadió que “quería convertirme en misionero y ayudar a la gente. Entonces pensé, qué puedo hacer para ayudar a los demás. Se me ocurrió llevar el pan a la mesa, y dije ‘voy a montar un quiosco que venda desayuno y sándwiches y así puedo traer el pan a mi hogar y servirle al Señor’”.

Con esa idea, le dijo a su esposa Estela, que dejara su trabajo y se quedara en la casa con los hijos “porque Dios provee”.

Así se fueron a evangelizar a diferentes partes de Puerto Rico y el mundo y entre el cristianismo y el trabajo modelado por la milicia criaron a sus hijos.

“Era una obligación, no tenías opción”, sobre trabajar desde pequeño en el Mesón, afirma Felipe Pérez Grajales, hijo mayor de don Felipe y presidente ejecutivo de los restaurantes.

Tanto Felipe como Gil Pérez, segundo hermano y vicepresidente ejecutivo de los restaurantes, y Stella Nolasco, la tercera de los tres hermanos y la única que no siguió con el negocio; empezaban a trabajar desde que tenían estatura para pasarle un paño a las mesas.

Stella, mejor conocida en el ambiente de la moda, cambió el pan por la tela, dedicando su carrera al diseño de modas.

Ese primer restaurante en Aguadilla era tan pequeño que la gente no cabía. “No podíamos cerrar las puertas porque la gente no cabía”, explicó Gil. Entonces, don Felipe creó una mesa larga, en la cual todas las personas se sentaban, sin importar que no se conocieran.

Tanto Felipe como Gil compartieron que no tienen recuerdos de su niñez en el que no esté presente el Mesón Sándwiches, principalmente el de Aguadilla, que estuvo funcionando por 15 años antes de montar el segundo restaurante en Mayagüez.

Los 24 y 31 de diciembre los pasaban trabajando hasta que cerraba el restaurante. Una vez estaban en la escuela superior y salían con sus amistades los viernes, no importaba la hora en la que llegaban, el sábado tenían que abrir la tienda.

Es que en la casa de don Felipe la crianza, además de cristiana era militar. Pero es una costumbre que se ha mantenido entre generaciones.

A Felipe Hamilcar Pérez, director de operaciones del Mesón en Estados Unidos, le pasó igual. “No había opción, ni veranos de dormir hasta tarde, había que trabajar”, dijo entre risas.

Tanto Felipe y Gil Pérez, como Felipe Hamilcar estudiaron administración de empresas, pero el trío asegura que en su etapa adulta nadie les obligó a estudiar esa carrera ni ha decidirse por seguir en el negocio familiar. Todos lo eligieron por gusto y visión.

Somos Orlando.
Somos Orlando. (GFR Media)

Hace 50 años, las especialidades eran sándwiches de pastrami, corned beef y roast beef con café. De esta manera complacían a los militares de la base que en su mayoría eran americanos. Hoy día es al revés. Con la inmersión del Mesón en la cultura anglosajona, han traído la nostalgia a esos boricuas en la diáspora y les han enseñado a los americanos lo delicioso que saben las sopas de viandas, los sorullitos y quesitos.

“A mis 18 años yo vine como parte del ‘dream team’ (empleados certificados para entrenar y darle forma a las nuevas aperturas) para abrir la primera tienda del Mesón en Orlando, en la de Florida Mall. Vi el potencial de crecimiento y la oportunidad de hacer muchas cosas en Florida y decidí quedarme”, manifestó Felipe Hamilcar, de 27 años y padre de tres.

El joven establece que cuando llegaron a la Florida “los puertorriqueños nos esperaban y la acogida fue fenomenal”.

Las tres generaciones aseguran que esto no ha sido un pase de batón de trabajo, sino un trabajo en equipo donde todos se escuchan, respetan, laboran y, sobre todo, no se resisten al cambio. Los administrativos y los 2,000 empleados que componen la plantilla completa de los 42 restaurantes conforman un solo equipo.

“Es una alegría inmensa saber que se le da trabajo a muchas personas y los ayudamos a sacar sus familias adelante”, dijo con orgullo don Felipe Pérez.



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