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Tyrice Kelley, en el centro a la derecha, artista del Club Q, recibe consuelo durante un servicio celebrado en la Iglesia Unitaria All Souls después de un tiroteo fatal en Colorado Springs, Colorado.
Tyrice Kelley, en el centro a la derecha, artista del Club Q, recibe consuelo durante un servicio celebrado en la Iglesia Unitaria All Souls después de un tiroteo fatal en Colorado Springs, Colorado. (The Associated Press)

Colorado — Mientras las balas volaban en un club gay en Colorado Springs, donde dejaron cinco muertos y varios heridos, un cliente que apenas unos minutos antes disfrutaba de la fiesta se puso en acción, le arrebató un arma corta al sospechoso, le golpeó con ella y le redujo hasta que llegó la policía apenas unos minutos después.

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