Cuatro miembros de una familia puertorriqueña continúan desaparecidos tras ser arrastrados por las aguas del río Guadalupe en medio de las intensas inundaciones registradas en Kerrville, Texas, supo El Nuevo Día.

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Un portavoz de la familia indicó a este medio que los desaparecidos, entre ellos una niña de 5 años, se hospedaban en una cabaña que fue arrastrada por un golpe de agua.

El representante de la familia informó que entre los desaparecidos figuran Eddie Santana Negrón, de 69 años; Ileana Santana, de 66; su nuera, Camille Santana, de 38; y su nieta, Mila Santana, de 5.

Mientras, otro integrante de la familia, identificado como Eddie Santana, Jr., esposo de Camille y padre de Mila, fue rescatado, pero permanece en condición crítica.

De acuerdo con el portavoz, cerca de las 4:00 a.m., Santana, hijo, habría escuchado a varias personas gritando.

Acto seguido, su padre y él intentaron abrir la puerta principal de la cabaña, pero no lo lograron. Entonces, intentaron abrir una puerta en la parte posterior. Al conseguirlo, rápidamente comenzó a entrar agua a la cabaña, que comenzó a ser arrastrada por el golpe.

El portavoz indicó que Santana Jr. logró sujetarse de un árbol, y despertó en el hospital. Sin embargo, al momento, el resto de la familia no ha sido encontrada por las autoridades.

“De parte de la familia, solo se pide solidaridad y espacio, mientras se atraviesa por esta dura situación. Ante todo, se piden oraciones por el bienestar de nuestros seres queridos y de todos los desaparecidos, por la salud de Eddie, hijo, y porque podamos tener fortaleza para sobrellevar este difícil momento”, solicitó el familiar.

El portavoz destacó que esas serán las únicas expresiones que la familia emitirá por el momento.

De acuerdo con The Associated Press, el número de muertes por inundaciones repentinas en el centro de Texas aumentó a 27 personas, incluyendo nueve niños.

En la madrugada de este sábado, los equipos de rescate aún continuaban buscando a más de 20 niñas de un campamento de verano y a otras personas que desaparecieron a causa de los efectos provocados por las copiosas lluvias en la región de Texas Hill Country.

Las autoridades indicaron que espera que la cifra de personas muertas aumente.

Según The Associated Press, la noche del 4 de julio, cayeron hasta 9.84 pulgadas de lluvia en el centro del condado de Kerr, causando el desbordamiento del río Guadalupe.

De hecho, las aguas del río Guadalupe se elevaron a 26 pies en apenas 45 minutos, arrasando con casas y vehículos.

Pese a que el número total de desaparecidos no se ha detallado con precisión, The Associated Press reportó que, según un alguacil, unas 24 niñas que asistían al Camp Mystic, un campamento cristiano de verano ubicado junto al río, aún no han sido localizadas.

Las autoridades agregaron que alrededor de 850 personas han sido rescatadas.

Por su parte, en conferencia de prensa, el gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo que el estado proporcionaría recursos a las comunidades de Hill Country que sufrieron las inundaciones, incluidas Kerrville, Ingram y Hunt.

Las tormentas no solo han afectado a Texas, sino que también provocaron al menos tres muertes en Nueva Jersey.

Allí, según The Associated Press, dos hombres murieron luego de que un árbol cayera sobre un vehículo en el que viajaban.

En Estados Unidos, el fenómeno meteorológico más letal son las inundaciones repentinas.

De hecho, de acuerdo con el Servicio Nacional de Meteorología (NWS, por sus siglas en ingles), desde la década de 1970, las inundaciones han sido responsables de más de la mitad de las muertes asociadas con ciclones tropicales en la nación norteamericana.

Una inundación repentina es aquella que comienza dentro de las primeras seis horas tras lluvias intensas. Ese fue el panorama que se registró en Texas.

De acuerdo con The Associated Press, en la tarde del jueves, el NWS emitió una vigilancia de inundaciones, estimando acumulaciones de agua de hasta siete pulgadas en algunas zonas.

Luego, durante la noche, fue elevada a un aviso de inundaciones repentinas, impactando a cerca de 30,000 personas. Este tipo de aviso se emite cuando la inundación es inminente.

Según el NWS, el año pasado, 145 personas murieron debido a inundaciones repentinas.