Con un ambicioso plan a 10 años, que en parte se financiará con fondos federales asignados para la reconstrucción tras desastres naturales, la administración del recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR) prevé rehabilitar casi la totalidad de su infraestructura física, así como áreas verdes, para ofrecer al país un campus que atienda las necesidades de sus estudiantes y empleados.

La rectora del recinto de Río Piedras, Angélica Varela Llavona, aceptó que “a nadie satisface” las condiciones de la infraestructura universitaria, por décadas plagada de problemas con los llamados “edificios enfermos”.

“Todos sabemos y todos reconocemos la grave situación que enfrenta nuestro recinto en términos de mantenimiento físico, una realidad que se arrastra de muchísimos años y que también no solamente (es un problema) en el recinto de Río Piedras, sino que es una prioridad en otros recintos del sistema universitario”, expuso Varela Llavona.

El Plan de Desarrollo Físico 2024-2034 del recinto de Río Piedras fue confeccionado tras consultas con administradores, estudiantes y empleados, detalló la ayudante especial en Rectoría en temas de infraestructura y exdecana de la Escuela de Arquitectura, Mayra Jiménez Montano.

Ante esto, tomó en cuenta las principales preocupaciones de cada sector, como la falta de espacios para enseñanza, los problemas con baños o sistemas de acondicionador de aire y el cuidado de áreas verdes.

El 15% de los salones del recinto está clausurado y será rehabilitado, planteó Jiménez Montano. Asimismo, se demolerán varias estructuras próximamente; ya se derrumbó el edificio que albergaba la antigua Escuela de Comunicación (COPU) y el plan contempla que lo mismo suceda con el antiguo Taller de Robótica, la antigua Escuela Graduada de Planificación y el edificio de Seguridad, entre otros.

“Con esa demolición, se reduce en aproximadamente 50,000 pies cuadrados (la cantidad de espacio edificado), lo que son 50,000 menos, pies cuadrados, que tenemos que mantener”, sostuvo Jiménez Montano, durante la presentación oficial del plan este martes.

El recinto necesita unos $12 millones anuales para brindar mantenimiento adecuado a sus casi 5 millones de pies cuadrados en salones, oficinas, laboratorios y espacios comunes, precisó la rectora. En su presupuesto vigente, recibieron una asignación de $2.5 millones para mantenimiento de la planta física.

El Plan de Desarrollo Físico está alineado al Plan Estratégico del recinto, apuntó Jiménez Montano, por lo cual se puede ajustar a las necesidades académicas, por ejemplo, en caso de la creación de nuevos programas.

El documento dispone la creación de siete distritos universitarios, que dividen el recinto según los usos de los espacios: el cuadrángulo histórico, el corredor universitario, el triángulo de arte y diseño, el paseo de artes escénicas, las instalaciones deportivas, los laboratorios y centros de investigación de Ciencias Naturales y vivienda universitaria.

Para cada área, hay proyectos específicos, como establecer nuevos salones de Bellos Oficios en la antigua Escuela de Arquitectura, que forma parte de triángulo de arte y diseño, y la construcción de la nueva sede de la Facultad de Comunicación e Información en el ala norte del cuadrángulo histórico.

“Este esfuerzo busca devolverle al pueblo de Puerto Rico un recinto digno, funcional y vibrante, como espacio de educación, cultura y encuentro”, expresó Varela Llavona.

El plan contempla proyectos que ya se han comenzado, como la reconstrucción de la residencia estudiantil ResiCampus -la cual debe estar terminada a finales de este año- y trabajos en la biblioteca José M. Lázaro. Además, incorpora iniciativas externas, como la rehabilitación del puente peatonal Henry Klumb, que conecta el recinto con el casco urbano de Río Piedras y que está en manos del Municipio de San Juan.

“Este es un proyecto que es ambicioso, que atiende la mayoría de las estructuras nuestras y que el recinto no puede dejar de dar clases, así que necesita unas fases de intervención sobre todo en el proceso de construcción y de rehabilitación. Así que la propuesta es ir trabajando en etapas de manera que minimice el impacto en la academia”, sostuvo la ayudante especial.

Jiménez Montano detalló que el recinto ha recibido una asignación de unos $163 millones en fondos de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés). En total, el campus tiene 52 proyectos subvencionados con fondos de FEMA e impactará unas 134 estructuras con una inversión de $265 millones, dinero proveniente tanto de FEMA como del Departamento de Educación federal, fondos en bloque CDBG y seguros, según un desglose contenido en una carta circular emitida por Varela Llavona en abril.

Además de eso, se necesitarían unos $115 millones, precisó Jiménez Montano. El dinero adicional aún se debe identificar.

“Hay una iniciativa de un fideicomiso destinado para la infraestructura de nuestro recinto, alianzas con entidades públicas y privadas que también pueden asistir. Un ejercicio que también se está trabajando es activar a los exalumnos; esperamos que los exalumnos adopten proyectos, que nos puedan ayudar, asistir, en las mejoras de estos proyectos”, señaló Jiménez Montano.