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A casi tres años de la declaración de la pandemia de COVID-19, que continúa su impacto global, en Puerto Rico, el reto mayor sigue siendo no poder controlar la mortalidad, reconoció el Departamento de Salud.
Ayer, por ejemplo, se reportaron cinco fatalidades por la enfermedad, dos de ellas en personas no vacunadas y otras dos en otras que no tenían sus vacunas al día.
“Ese es el reto (mayor), bajar la mortalidad”, afirmó la doctora Melissa Marzán, principal oficial de Epidemiología de Salud.
Según la epidemióloga, para lograr lo anterior se necesita aumentar la cobertura de personas vacunadas con el refuerzo bivalente, especialmente en adultos mayores. Las cinco muertes reportadas ayer fueron en personas entre 63 y 98 años.
El refuerzo bivalente fue autorizado por el gobierno federal en agosto del año pasado. Se recomienda a partir de los 6 meses de edad. En Puerto Rico, apenas 11% de las personas elegibles han recibido esta vacuna. Solo personas que cuentan con este refuerzo tienen sus vacunas al día.
Otro reto, advirtió Marzán, es que las personas lleguen más temprano al tratamiento antiviral recomendado para el COVID-19.
Informó que la variante BQ.1 sigue siendo la predominante en la isla, aunque resaltó que la XBB1.5 está subiendo. Esta subvariante de ómicron es la que está predominando en la región noreste de Estados Unidos, dijo. “(De todas), es la más transmisible”, indicó sobre la XBB1.5.
A principios de año, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), advirtió del aumento, en Europa y Estados Unidos, de esta subvariante detectada en octubre pasado. Hasta principios de enero, esta subvariante se había detectado en, al menos, 29 países. La XBB1.5 ha sido descrita como la subvariante más transmisible por su facilidad en replicarse.
Se estima que, semanalmente, se reportan unas 10,000 muertes por este virus, acorde a la OMS. Sin embargo, el director de la OMS ha advertido que, aunque el COVID-19 sigue siendo un virus peligroso para la salud, la economía mundial y la sociedad en general, espera que este año se decrete el fin de esta emergencia de salud pública. Expertos han advertido, sin embargo, que la baja vacunación y el aumento de viajeros provocan que el fin de la pandemia esté lejos aún.