

3 de mayo de 2025 - 12:37 PM
Tras todo un día sin servicio de energía eléctrica, Sonia Rivera Lozada vio, el pasado martes en la mañana, una fuerte luz que provenía de un cuarto en su hogar. Allí, ocurrió un cortocircuito en un congelador, provocando un incendio que devoró gran parte de su vivienda, en Toa Alta Heights.
“Cuando yo veo que hay luz en ese cuarto –al que nadie entra–, abrí la puerta y era el fuego. Gracias a Dios, mi hijo estaba aquí. Empecé a llamar a mis vecinos, porque nuestras casas son pequeñas y tenía unos tanques en la marquesina. Si yo llego a estar sola, esto hubiera sido otra historia”, contó a El Nuevo Día la residente, de 67 años.
En entrevista telefónica y sentada en uno de los pocos muebles que quedaron en su sala quemada, Rivera Lozada insistió en que “esto le puede pasar a cualquiera”, debido a la inestabilidad e ineficiencia del sistema de energía eléctrica en la isla.
Su casa, en la que vive desde 1977, fue una de las impactadas este sábado por brigadas de la Cruz Roja Americana Capítulo de Puerto Rico, en su evento cumbre para instalar detectores de humo y educar a la comunidad para prevenir siniestros.
“Estamos viendo más fuegos. Ya nosotros estamos en un promedio de 34 fuegos al mes, lo que quiere decir que estamos viendo muchos más casos de los que regularmente veíamos mensualmente”, advirtió Lee Vanessa Feliciano, ejecutiva regional de la entidad.
Feliciano recalcó que los detectores de humo “salvan vidas”, por lo que, al final de la jornada, instalaron –libre de costo– unos 430 aparatos a 210 familias, en esta comunidad de Toa Alta, con la ayuda de más de 100 voluntarios.
Además de la instalación, la Cruz Roja orientó sobre identificar un plan de escape en caso de un fuego; cómo prepararse ante un desastre y cuáles son las principales razones para un fuego, como las conexiones eléctricas, uso de velas, cigarrillos y generadores (cuyos casos han aumentado).
“Los adultos mayores son la población que se ve más afectada por este tipo de desastres, atado a condiciones como el Alzheimer, la demencia senil... Pasa mucho que prenden la estufa, ponen el sartén y se les olvida. Muchos viven solitos”, expuso Feliciano.
Por su parte, la presidenta de la Junta de Directores de la Cruz Roja Americana Capítulo de Puerto Rico, Janet Díaz Salicrup, destacó que “el llamado es a activar la alarma”, mientras comentó que, entre diciembre y abril, se atendieron dos fuegos en Toa Alta Heights.
“Para este operativo, contamos con muchos jóvenes universitarios. Vamos de casa en casa, identificándonos, instalándoles gratuitamente dos detectores de humo y haciéndoles un plan de escape de emergencia”, detalló.
Como parte de la asistencia a víctimas de incendios, la Cruz Roja también brinda apoyo emocional, que “es bien importante porque las personas, muchas veces, lo pierden todo, pierden sus recuerdos y necesitan asistencia”, dijo Díaz Salicrup.
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