La multa de $300 para los viajeros que al llegar a Puerto Rico no presenten una prueba molecular negativa de COVID-19, y que no cumplan con acudir a un laboratorio en un periodo de 48 horas para realizarse el examen, generó reacciones mixtas entre los pasajeros que entraban a la isla hoy a través del Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín, incluyendo dudas sobre si realmente el gobierno podrá cobrarlas.