Para la enfermera Susana Tirado, cada día nuevo en sus 28 años de servicio “ha sido peor”. La ansiedad que conlleva atender más pacientes de la cuenta, sumada a un salario de $2,800 al mes que apenas le alcanza para sobrevivir, la mantiene en vilo, pero su deseo de servir en su país la mantiene aquí.

“La vocación no justifica la explotación laboral. Hay que entender que estamos por vocación, pero también hay que ser justo con la persona que cuida de nuestra salud, porque nadie cuida la salud de nosotros, nadie nos cuida. Son 28 años de servicio que te puedo decir que cada día ha sido peor”, expresó Tirado, quien asistió este jueves a una manifestación convocada por enfermeros, frente al Capitolio, para reclamar justicia salarial y mejores condiciones laborales.

Con pancartas con frases como “Fuimos los héroes en el 2020. ¿Y ahora qué?”, “No nos vamos por capricho, nos expulsan las condiciones” y “No nos falta vocación, nos sobra cansancio”, profesionales de la enfermería se reunieron en el lado norte de la Casa de las Leyes para expresar su malestar por las condiciones que enfrentan. El reclamo principal entre los enfermeros consultados por El Nuevo Día fue el patrón de enfermería –cuántos pacientes debe atender cada profesional– y un salario digno.

“Estoy aquí no solamente por justicia salarial, sino también por la carga de pacientes. La carga de pacientes significa que la persona tiene que esperar por un medicamento, su vida corre más riesgo por estar esperando, porque la enfermera tiene demasiados pacientes”, contó Tirado. “Uno quiere dar un buen servicio, pero el mismo sistema te limita a poder dar ese servicio de calidad al paciente”.

En reacción, el secretario de Asuntos Públicos, Hiram Torres Montalvo, aseguró que “nosotros reconocemos y valoramos profundamente las inquietudes de este sector de los enfermeros”.

“Obviamente, hay que recalcar que hay un componente de ese grupo de enfermeros que están adscritos al gobierno de Puerto Rico porque trabajan para ASEM (Administración de Servicios Médicos), el Hospital Cardiovascular, Pediátrico… dependencias gubernamentales. En ese sentido, nuestro secretario (de Salud, Víctor Ramos Otero) ha buscado hacerle justicia salarial. Ya hay un grupo que ha recibido aumento y hay otros que se está trabajando ya para diferentes planes de clasificación y retribución”, abundó, en conferencia de prensa en La Fortaleza, en referencia al anuncio que Ramos Otero hizo el martes de que, con una partida de $5,036,000 aprobada por la Junta de Supervisión Fiscal, equipararán, a partir del próximo año fiscal, el salario de las enfermeras graduadas de los hospitales Universitario y Pediátrico con el de sus homólogas de la ASEM.

Portavoces de los manifestantes fueron recibidos por personal de La Fortaleza, informó más tarde en el día la gobernadora Jenniffer González. En conferencia de prensa desde Mayagüez, la mandataria abrió las puertas al diálogo, y señaló que cualquier proyecto de ley –que el Colegio de Profesionales de la Enfermería anticipó radicará próximamente– debe ser atendido en primer lugar por la Legislatura.

Por su parte, el secretario de Salud reconoció –en declaraciones escritas desde Washington D.C.– “las preocupaciones expresadas por nuestros profesionales de la enfermería y por otros compañeros del campo de la salud”. Añadió que la asistencia del personal de enfermería durante el día de manifestación se mantuvo en un 97%, por lo que aseguró que los servicios se ofrecieron sin interrupciones.

“Sabemos que detrás de cada reclamo hay historias reales, agotamiento, vocación y un compromiso profundo con la vida. No se trata únicamente de salarios; se trata de condiciones humanas, de respeto y de contar con las herramientas necesarias para cuidar a otros sin descuidarse a sí mismos. Tanto es así que, dentro de nuestros compromisos programáticos, está claramente expresado el deber de atender estas demandas y las de todo el ecosistema de salud. Esto incluye la identificación de recursos para mejorar las condiciones salariales y laborales de profesionales que no facturan servicios directamente, como los enfermeros, tecnólogos médicos, terapistas respiratorios, paramédicos y otros, quienes no se han beneficiado directamente de los aumentos vinculados a los pagos del Plan Vital”, apuntó Ramos Otero.

Durante la manifestación, otra enfermera –que prefirió no ser identificada– que labora en San Juan, con 13 años de experiencia, relató que ha llegado a atender más de nueve pacientes en un turno. Añadió que su salario mensual asciende a $3,200, pero sostuvo que “eso, para vivir aquí en Puerto Rico, como está el costo de vida, no está muy bueno”.

“Queremos un mejor salario y poder atender mejor a los pacientes, darles una calidad de vida, porque teniendo muchos pacientes no podemos brindar un buen servicio. Por eso estoy aquí, por mis pacientes, porque amo mi vocación de enfermería”, añadió, al mencionar que ha recibido varias ofertas del estado de la Florida, pero, al igual que Tirado, prefiere vivir en el país.

A la manifestación, se unieron otros servidores, como médicos y policías. Entre ellos, estuvo el oficial Ángel Ortega, quien asistió en su día libre para mostrar su apoyo a los reclamos de los enfermeros.

“Estamos aquí porque entendemos (que) nosotros como servidores públicos debemos estar unidos y entendemos que los mismos atropellos que sufren los enfermeros, que han sido marginados por años, que están reclamando justicia salarial y mejor calidad en el empleo, básicamente los policías tenemos las mismas similitudes, porque estamos peleando por un retiro digno, por el pago de horas extra, y entiendo que, si nosotros como servidores públicos nos unimos, podemos lograr más”, manifestó el agente de la Policía.

Por su parte, el enfermero especialista Juan Carlos del Valle, uno de los portavoces de la convocatoria, resaltó la presencia de los profesionales de la salud, y urgió a la gobernadora González y al secretario del Departamento de Salud a tomar acción sobre los reclamos de este sector.

“Le estamos enviando un mensaje al pueblo de Puerto Rico de que estamos aquí luchando por ellos, protegiéndolos a ellos, pero sobre todas las cosas, diciéndole a la gobernadora que hay que hacer justicia salarial, justicia laboral. Y a Víctor Ramos, no éramos cuatro gatos como él dijo, aquí está el pueblo y la comunidad de enfermería sacando la cara y diciendo que basta ya de los abusos”, aseveró.

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Gloria Ruiz Kuilan colaboró en esta historia.