WASHINGTON – La confidencialidad con la cual la Agencia para el Registro de Enfermedades y Sustancias Tóxicas (ATSDR) ha manejado el informe que revertiría oficialmente sus conclusiones de principios de la década pasada que minimizaron los daños a la salud causados por las maniobras militares en Vieques causa preocupación en la comunidad científica.