París — Un tribunal de apelaciones francés impuso el jueves una pena más severa de 10 años al único hombre que impugnó su condena por violar a Gisèle Pelicot mientras estaba drogada e inconsciente, informaron medios franceses.

Husamettin Dogan, un trabajador de la construcción de 44 años, había sido sentenciado a nueve años de prisión en el primer juicio por drogadicción y violación el año pasado que cautivó a Francia y convirtió a Pelicot en un ícono mundial contra la violencia sexual. El jurado de apelaciones estuvo compuesto por tres jueces y ciudadanos comunes. El primer juicio que le dio a Dogan una sentencia menor fue escuchado por cinco jueces.

Los otros 50 hombres condenados el pasado diciembre no apelaron el histórico veredicto. Entre ellos se encontraba Dominique Pelicot, el exmarido de Gisèle Pelicot, quien la dejó inconsciente al adulterar su comida y bebida con drogas y la ofreció a extraños que conoció en línea entre 2011 y 2020, filmando sus agresiones.

Dogan fue juzgado por cargos de violación agravada mediante la administración de sustancias que menoscaban el juicio o el autocontrol, un delito punible con hasta 20 años de prisión. El fiscal en el caso de apelación pidió una sentencia de 12 años, informaron medios franceses desde el juzgado de Nimes, en el sur de Francia.

‘Uno no puede, en 2025, pensar que porque ella no dijo nada, ella estuvo de acuerdo. ¡Porque ese tipo de pensamiento pertenece a otra era!’, dijo el fiscal al tribunal, según el periódico Le Monde.

Dogan había negado que tuviera la intención de violar a Pelicot y argumentó que fue engañado por Dominique Pelicot.

Dominique Pelicot fue declarado culpable de todos los cargos y sentenciado a 20 años de prisión, que era el máximo posible. Admitió su papel y no apeló.

Las sentencias oscilaron entre tres y 15 años de prisión para los otros hombres condenados. Uno de ellos fue declarado culpable de drogar y violar a su propia esposa con la ayuda de Dominique Pelicot.

El juicio atrajo la atención internacional después de que Gisèle Pelicot se opusiera a una audiencia a puerta cerrada, una demanda hecha por varios acusados. El tribunal se puso de su lado. Su valentía inspiró a activistas contra la violencia sexual y sexista y el impactante caso provocó un ajuste de cuentas nacional sobre la cultura de la violación en Francia.

La evidencia incluyó videos caseros repugnantes de violaciones y agresiones que Dominique Pelicot filmó en la casa de la pareja en la pequeña ciudad provenzal de Mazan y en otros lugares.

Los procedimientos civiles en la ciudad de Aviñón, en el sur de Francia, están previstos para noviembre para resolver los daños adeudados a Gisèle Pelicot y su familia, que serán pagados conjuntamente por los hombres condenados.