

14 de mayo de 2025 - 9:12 AM
Ciudad del Vaticano - El papa León XIV ha hecho las paces con Jannik Sinner.
El tenista número uno del mundo visitó al nuevo papa el miércoles, le regaló una raqueta de tenis y le ofreció jugar, durante un día libre para Sinner en el Abierto de Italia.
León, el primer papa estadounidense, es un ávido jugador y aficionado al tenis y había dicho a principios de semana que estaría dispuesto a jugar un partido benéfico cuando un periodista se lo sugirió.
En ese momento, León bromeó “pero no podemos invitar a Sinner”, una aparente referencia al apellido de Sinner, que en inglés significa pecador.
Para el miércoles, todo parecía olvidado.
“Es un honor”, dijo Sinner en italiano cuando él y sus padres llegaron a una sala de recepción del auditorio del Vaticano. Sosteniendo una de sus raquetas y dándole a León otra y una pelota, Sinner sugirió una volea rápida. Pero el papa miró los objetos antiguos alrededor y dijo: “Mejor no”.
León, de 69 años y oriundo de Chicago, luego pareció bromear sobre su sotana blanca y su idoneidad para Wimbledon, señalando la regla de vestimenta totalmente blanca del All England Club.
Preguntó cómo iba el Abierto de Italia: “Ahora estoy en el juego”, dijo Sinner. “Al principio del torneo, fue un poco difícil”.
El tenista número uno del mundo tiene un partido de cuartos de final el jueves en su primer torneo de regreso después de una suspensión de tres meses por dopaje que se consideró una contaminación accidental.
Sinner se enfrentará a continuación a Casper Ruud, recién coronado campeón de Madrid, o a Jaume Munar. Sinner intenta convertirse en el primer italiano en ganar el título de Roma desde Adriano Panatta en 1976.
Durante la audiencia, Angelo Binaghi, el jefe de la Federación Italiana de Tenis y Pádel, le entregó a León una tarjeta honoraria de la federación. En la sala estaba el trofeo de la Copa Davis que Sinner ayudó a Italia a ganar por segunda vez consecutiva el año pasado.
A principios de semana, después de la primera broma de León sobre no querer invitarlo, Sinner dijo que era “una buena cosa para nosotros los tenistas” que al nuevo papa le guste jugar al deporte.
Además del tenis, León es un ávido fanático del béisbol de los Chicago White Sox.
Su predecesor, el papa Francisco, era un fanático de toda la vida del club de fútbol de Buenos Aires San Lorenzo.
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