Al menos ocho personas fueron asesinadas el martes en un populoso sector del norte de Guayaquil por un grupo armado que les disparó cuando se encontraban en la vía pública, en medio de la espiral de violencia que azota a Ecuador.

La policía informó en un comunicado que las muertes se produjeron en el distrito Pascuales y que efectivos fueron desplegados al lugar para localizar a los responsables.

El hecho se produjo horas después de que el presidente Daniel Noboa renovara por 30 días el estado de excepción en la capital ecuatoriana y en siete provincias, entre ellas Guayas, donde se encuentra Guayaquil.

El estado de excepción, mediante el cual las Fuerzas Armadas y la policía pueden actuar conjuntamente, ha sido una herramienta recurrente del gobierno para hacer frente a una violenta arremetida de bandas criminales vinculadas con cárteles del narcotráfico de Colombia y México.

En marzo, 22 personas fueron asesinadas en el noroeste Guayaquil cuando hombres con armas de grueso calibre y pistolas persiguieron a las víctimas por las calles hasta sus viviendas.

Ecuador afronta una espiral de violencia que se disparó hace cuatro años y no cesa. Pese a que las autoridades han destacado la reducción de los homicidios, que pasaron de 8,248 en 2023 —cuando el país registró un récord de muertes violentas— a 6,987 el año pasado, la violencia arreció en el primer trimestre de este año.

Entre enero y marzo se registraron 2,361 muertes violentas frente a las 1,354 del mismo periodo del año pasado, de acuerdo con cifras oficiales.