

28 de agosto de 2025 - 9:18 AM
Bangkok - El Gobierno de Singapur, país con duras leyes contra las drogas, indicó este jueves que desde el 1 de septiembre castigará con hasta 20 años de prisión y un máximo de 15 golpes de vara a los proveedores de vapeadores que contengan etomidato, una sustancia con efecto anestésico.
“Los vapeadores se han convertido en una puerta de entrada para el abuso de sustancias”, apuntó en un comunicado el ministro de Salud de la ciudad-Estado, Ong Ye Kung.
El primer ministro singapurense, Lawrence Wong, ya adelantó el lunes de la semana pasada la intención de reformar las medidas contra la venta y uso de vapeadores, prohibidos desde 2018, y apuntó directamente contra el etomidato.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) ya alertó el pasado marzo de la expansión en Europa del Este y el Sudeste de Asia de la venta de esta sustancia con fines médicos que es catalogada como un anestésico general de acción corta.
Las autoridades de Singapur ya desmantelaron en enero de este año una red de distribución de vapeadores presuntamente relacionada con el etomidato, también conocido como kpod.
“Muchas personas, especialmente jóvenes, empezaron a vapear pensando que estaba bien y que no era tan dañino como el tabaco, y luego (...) se adentraron en el abuso de sustancias, que es lo que estamos viendo ahora con el etomidato”, remarcó Ong.
Para terminar con el uso de vapeadores, el ministro indicó que colocarán a lo largo del país contenedores para que los usuarios depositen los dispositivos de manera voluntaria, antes de recurrir a medidas más coercitivas.
“Los vendedores de vaporizadores con etomidato se enfrentarán ahora a hasta 10 años de cárcel y cinco azotes (...) Para los importadores, la pena es más grave: hasta 20 años de cárcel y 15 azotes”, subrayó el ministro.
Un fuerte aumento respecto al máximo de dos años de prisión y la ausencia de castigos corporales con los que hasta ahora se castigaba a las personas arrestadas por importar, vender o distribuir etomidato.
Mientras que a los consumidores de vapeadores con etomidato, en su gran mayoría jóvenes menores de 30 años, se les exigirá que asistan a programas de rehabilitación y serán multados con entre 500 y 700 dólares singapurenses (entre $388 y $544, al cambio actual).
En el caso de continuar con el consumo o saltarse el programa, los castigos se irán endureciendo de manera progresiva hasta contemplar penas de un máximo de dos años de prisión.
Vapear está prohibido en Singapur desde 2018 y, según las leyes actuales, poseer, usar o comprar vaporizadores conlleva una multa máxima de 2,000 dólares singapurenses (más de $1,550 dólares).
Con estas medidas, la ciudad-Estado asiática se ponen a la vanguardia contra el consumo de vapeadores, mientras aumentan las restricciones en otros países.
Desde junio, el Reino Unido prohíbe la venta y suministro de vapeadores desechables, una medida con la que las autoridades sanitarias tratarán de reducir el acceso de los jóvenes al vapeo y los residuos que generan estos dispositivos.
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