Las leyes se aprueban para que sean cumplidas, por eso cuentan con un marco de acción que permite su implementación efectiva y la disciplina que se requiere para hacerlas cumplir. La situación que estamos viviendo, sobre todo lo que se relaciona a este caso de corrupción pública que involucra al empresario Anaudi Hernández, así como a varias figuras importantes en el gobierno, y las ramificaciones del mismo, es sumamente lamentable y demuestra que hay muchos que todavía no han aprendido la lección: uno entra al servicio público para servirle al pueblo, no para servirse así mismo.
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
¿Cuándo van a aprender?