Orlando Parga denuncia el patrón de corrupción en la Asamblea Legislativa
Orlando Parga denuncia el patrón de corrupción en la Asamblea Legislativa
Cuando en el año 79 el Vesubio decidió vomitarse sobre Pompeya, los lamentos en Roma no fueron por las vidas que se perdieron, sino por las villas de veraneo que desaparecieron. Así descubrieron en aquel remoto tiempo que senadores y agentes del Imperio gozaban de amplia e inexplicada prosperidad para poseerlas. En Puerto Rico tenemos un Vesubio activo que deposita toneladas de lava e hizo cenizas el prestigio del servicio público de gobernar, legislar y hacer política. A mitad de siglo pasado, despertada en mi conciencia adolescente la ambición de ser senador, nuestra legislatura estuvo preñada de gran prestigio y talento; empero al despedirme en 2008 tras diez años de serlo, nuestra asamblea legislativa mostraba múltiples cicatrices de legisladores expulsados, acusados, sentenciados y encarcelados.
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