De ser efectiva como prevención, entonces molnupiravir podría contribuir a acercarnos más al final de la pandemia, porque evitaría la propagación de la enfermedad, escribe Fernando Cabanillas
De ser efectiva como prevención, entonces molnupiravir podría contribuir a acercarnos más al final de la pandemia, porque evitaría la propagación de la enfermedad, escribe Fernando Cabanillas
La mitad de las muertes durante la Primera y Segunda guerra mundial no se debieron a las bombas, sino a las consecuencias letales de heridas infectadas. Durante la Segunda Guerra, se desarrolló el primer antibiótico moderno, la penicilina, un medicamento producido por un hongo, capaz de curar las heridas infectadas de los soldados. La penicilina fue descubierta en Londres, pero en medio de la guerra contra los nazis era imposible para los ingleses producir grandes cantidades de este milagroso medicamento. La contribución de Estados Unidos en derrotar a los nazis no consistió exclusivamente de su participación directa en el conflicto, sino en gran parte por su descubrimiento de cómo producir la penicilina en gran escala. Científicos estadounidenses trabajaron día y noche para fabricar 2.3 millones de dosis de penicilina para la invasión de Normandía el 6 de junio de 1944.
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