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En la primera ola de la pandemia en Italia, en los meses primaverales de confinamiento, se puso de moda que tanto los que sabían cantar, como aquellos que no pasaban del típico aleteo de ducha, salían al balcón para entonar el “Nessun dorma”, que es un aria de la ópera “Turandot”, cuya letra le venía muy bien a la situación de encierro y angustia. El aria en cuestión termina diciendo algo así como “Noche, disípate. Estrellas, ocúltense. ¡Al alba venceré! ¡Venceré, venceré!”.
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