Eso es lo que hay que tener con las reglas ortográficas, bíceps. ¿Qué son? Pues, en anatomía se trata de un “músculo par; que tiene dos cabezas”. Pero olvídese del músculo y concéntrese en la palabra, que esto es un Bocadillo y no un gimnasio. Y el de hoy es un jumping jack ortográfico, así que estírese. ¿Listo? Le repaso que las palabras llanas SE acentúan si NO terminan ni en ene, ni en ese, ni en vocal. ENTONCES... ¿por qué bíceps, si es llana y termina en ese (s), lleva acento? La regla es clara, las llanas NO SE ACENTÚAN SI TERMINAN EN eNe, eSe o en VOCAL. ¿No sabe? No se preocupe que no está solo. Inhale... Exhale... ¿Ya? Usted está ante una regla secreta de acentuación en español que a muy pocos enseñan, y no me pregunte por qué (¿será porque son secretas?). Sucede que, como todo en la vida, siempre hay una excepción a la vuelta de la esquina (o de la regla), y BÍCEPS (como otras tantas) es una de esas. La regla secreta de las llanas dice que estas llevarán acento si, escuche bien, terminan en más de una consonante. Por eso bíceps lleva acento, igual que récords, fórceps y pósits. Según esta regla “secreta”, además de jamón, queso, lechuga y tomate, sándwich también se acentúa, ¿verdad? Pues NO. Hay otra regla secreta. (¡Shhhhh, sigo mañana!)
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Bocadillos lingüísticos: Bíceps
Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 10 años.