Una vez más, fuertes vientos de corrupción azotan al Departamento de Educación de Puerto Rico. De probarse, las víctimas volverían a ser nuestros niños. Nuevamente, las sospechas de conducta delictiva que motivan la investigación federal ocurren en un área programática diseñada para ofrecer oportunidades de desarrollo, para empleo futuro, a estudiantes en desventaja, en esta ocasión del programa de Educación Técnica.
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
Cero treguas a la corrupción que mina la misión educativa
Archivo
Esta historia fue publicada hace más de 3 años.