La violenta represión ejercida contra los inmigrantes en Estados Unidos, un país que se ha autoproclamado defensor de los derechos humanos y la libertad, consterna al mundo. La reciente acción militar ante las manifestaciones en Los Ángeles, California, donde miles de ciudadanos han alzado su voz para exigir un trato digno, es un lamentable registro del atropello a derechos fundamentales que, más que nunca, deben ser protegidos tras la insensatez del gobierno de Donald Trump.
Editorial
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Dignidad y justicia para todos los inmigrantes
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