Las medidas que se han puesto en vigor esta semana, para frenar la que ya se ha convertido en la peor ola de COVID-19 desde el inicio de la pandemia en Puerto Rico, deben asumirse como un deber colectivo y de seguridad social, en el que cada cual asuma la responsabilidad que le corresponde, evitando así el colapso de los hospitales y una crisis pediátrica.
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El país tiene que evitar un mayor avance del COVID-19
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