Para que Puerto Rico cumpla con el mandato que impone la Constitución de que toda persona tiene derecho a una educación que propenda al pleno desarrollo de su personalidad y al fortalecimiento del respeto de los derechos de las personas y de las libertades fundamentales, es preciso una transformación radical de la visión y estructura del Departamento de Educación. Es necesario, además, que quienes tienen la misión de propiciar ese desarrollo tengan ellos mismos las mejores condiciones y poder para ejercer dicha función central para el progreso y bienestar de nuestra sociedad.
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Es medular valorar al magisterio y sus alumnos
Nota de archivo
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