El ramillete de abonados morosos que contribuyen al deterioro financiero de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y escandalizan al País, por las cifras involucradas y la naturaleza de las entidades deudoras, es un desafío urgente en esa corporación pública, que debe procurar compromisos de pago o suspender el servicio, primero a las dependencias públicas locales y federales.
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Hay que pagar las deudas a la AEE
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