La hazaña de la vallista puertorriqueña Jasmine Camacho-Quinn, que hoy refulge en el medallero de Puerto Rico como la mejor prueba de que somos un pueblo que sabe imponerse a la adversidad, renueva el optimismo patrio, y es un ejemplo para que miles de jóvenes se inclinen por el deporte, luchen por destacar, y se sientan capaces de salir adelante.
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Jasmine Camacho-Quinn, un oro que se multiplica
Nota de archivo
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