El Departamento de Justicia de Puerto Rico camina en la dirección correcta al reconocer el alarmante deterioro del Albergue de Víctimas y Testigos de Delitos que administra desde hace tres décadas. El paso obvio e inaplazable es agilizar los trámites conducentes a la rehabilitación de la estructura que debería ser un refugio seguro para quienes necesitan justicia y protección.
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
La protección a víctimas y testigos suma justicia y paz
Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 3 años.