Las condiciones desafortunadas que viven miles de personas en Puerto Rico, debido a los diversos impactos de la pandemia del COVID-19, son terreno fértil para los esquemas de fraude de delincuentes cibernéticos cuyos blancos principales son personas desempleadas o adultos mayores que buscan ayudas económicas gubernamentales.
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
Necesario un frente común ante la delincuencia digital
Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 4 años.