Que Puerto Rico apenas cuente con unos 750 pediatras para atender a una población que en 2013 rondaba los 980,108 habitantes de hasta 19 años de edad, constituye una seria deficiencia que el Estado está obligado a revertir, porque pone en riesgo la salud y vida de nuestras jóvenes generaciones.
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
Urge que revirtamos el éxodo de pediatras
Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 10 años.