Pocas cosas buenas nos reveló el huracán María, pero, una de ellas fue la presencia de la diáspora puertorriqueña. No bien habían amainado los potentes vientos y las lluvias que destruyeron a nuestro país, ya en octubre de 2017  se habían activado y movilizado cientos de miles, acaso millones, de puertorriqueños y sus descendientes en Estados Unidos.