La extraordinaria noticia de que la Universidad de Puerto Rico (UPR) recuperará, a partir de julio, su residencia de Neurocirugía, que había cerrado tras perder su acreditación en 2021, es un gran acontecimiento por más de una razón. La primera, por supuesto, es lo importante que es, no solo para la UPR, sino para todo Puerto Rico, la existencia de una residencia que permita graduar aquí médicos de una de las especialidades más complejas y de difícil reclutamiento como lo es la neurocirugía, una especialidad que hoy practican en todo nuestro país apenas 25 galenos.
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Voluntad e imaginación para el futuro de la UPR
Nota de archivo
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