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COVID-19: Enemigo latente del corazón

Hay casos reportados de las complicaciones cardiovasculares provocadas por el COVID-19

17 de febrero de 2023 - 12:00 AM

Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 1 año.
El coronavirus puede infiltrar y dañar directamente el músculo cardíaco, así como puede suceder con otras infecciones virales. (Shutterstock)
Doctora Claudia Rosales
Doctora Claudia Rosales (BrandStudio)

Cuando hablamos de infección por COVID-19, generalmente, pensamos en el cuadro viral agudo, el cual puede presentar con fiebre alta y persistente, síntomas respiratorios especialmente la falta de aire o dificultad para respirar, dolor de cabeza, dolor muscular, congestión nasal, ardor de garganta y, en algunos casos, la pérdida del olfato y el gusto.

Aunque los pulmones son uno de los principales órganos afectados, también se desarrolla una enfermedad sistémica con una amplia gama de manifestaciones clínicas.

La respuesta inflamatoria generalizada y la disminución de la concentración de oxígeno en la sangre arterial, (hipoxemia) son nocivas para el miocardio y el sistema circulatorio, a tal grado que pueden producir daño directo en el sistema cardiovascular, el cual incluye corazón, sistema de circulación periférica y cerebral. Entre las complicaciones más frecuentes que encontramos están: miocarditis, infarto agudo al miocardio, cardiomiopatía por estrés, insuficiencia cardíaca congestiva, disritmias yeventos tromboembólicos como infarto pulmonar o derrames cerebrales.

Los pacientes con enfermedad cardiovascular crónica como hipertensión y enfermedad coronaria están a mayor riesgo de sufrir descompensación aguda durante la infección viral por COVID 19, provocando un aumento en la severidad de la enfermedad. Algunos factores que pueden contribuir a producir un daño temporero o duradero al tejido cardíaco son:

Falta de oxígeno: El virus puede causar inflamación y retención de líquido en los pulmones, afectando el intercambio de oxígeno, lo cual provoca hipoxemia. Este estado conlleva a un desequilibrio fisiológicos entre el sistema pulmonar y el cardiovascular. El corazón tiene que realizar un esfuerzo mayor para lograr bombear sangre a través del cuerpo, se produce un aumento de la frecuencia cardíaca, lo que puede ser peligroso en personas con enfermedades cardíacas preexistentes.

Miocarditis (inflamación del corazón): El coronavirus puede infiltrar y dañar directamente el músculo cardíaco, así como puede suceder con otras infecciones virales, incluyendo algunas cepas de la gripe. El corazón también puede dañarse e inflamarse indirectamente por la respuesta que genera el sistema inmunológico.

La infección por coronavirus también afecta la capa interna de las venas y arterias (endotelio), causando inflamación y disfunción, y, en algunas ocasiones, coágulos de sangre, lo cual puede disminuir el flujo sanguíneo al corazón u otras partes del cuerpo.

Miocardiopatía por estrés: Cuando el virus ataca el cuerpo, se desencadena una respuesta por estrés y se liberan una serie de sustancias químicas llamadas catecolaminas las cuales pueden ocasionar espasmo de las arterias del corazón y producir una dilatación y disminución segmental de la fuerza de contracción del ventrículo izquierdo. De acuerdo con una revisión en pacientes con COVID 19, la cardiomiopatía por estrés tiende a ser más común en mujeres con una edad promedio de 70 años. Una vez que la infección se resuelve, el factor estresante ha terminado y el corazón puede recuperarse.

Síndrome coronario agudo: Algunos síntomas como la falta de aire, malestar o dolor de pecho son inespecíficos y se debe evaluar el cuadro clínico, para determinar si estos síntomas están siendo causados por una afección cardíaca como infarto agudo al miocardio; o una afección no cardíaca (por ejemplo, neumonía).

Se pueden presentar diferentes escenarios clínicos: pacientes con síntomas isquémico, dolor de pecho o fatiga al esfuerzo físico y tener pruebas diagnósticas normales. Algunos pacientes con COVID-19 con anormalidades en las pruebas cardíacas (como elevación de troponina cardíaca, Pro-BNP, cambios electrocardiográficos [ECG] o hallazgos de imágenes cardíacas) carecen de síntomas de enfermedad cardíaca. La lesión miocárdica detectada por la elevación de la troponina se identifica comúnmente en pacientes hospitalizados con COVID-19, pero las causas de la lesión miocárdica no se han explicado completamente.

Después de haber tenido COVID-19, los pacientes pueden presentar falta de aire, sentir latidos cardíacos rápidos o palpitaciones, sin relación con el esfuerzo físico, mareos durante los cambios de posición como ponerse de pie, e incluso molestias en el pecho.

Todos estos síntomas pueden estar relacionado con diversas causas: cardíacas y no cardíacas como deshidratación, inactividad prolongada y secuelas de la enfermedad viral.

Consulta con un especialista para determinar si te deben realizar otros estudios diagnósticos y recibir un tratamiento adecuado.

Por este medio, exhorto a la población a que continúe protegiéndose y que complete su vacunación contra el COVID-19.

La autora es pasada presidenta Asociación de Cardiólogas de Puerto Rico.

BrandStudio
Este contenido fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.

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