

“El que no recuerda su pasado está condenado a repetirlo”. La advertencia de George Santayana, escrita hace más de un siglo, cobra un eco estremecedor cada vez que nos enfrentamos a la llegada de la temporada de huracanes. No es solo una cita célebre; es una verdad que hemos vivido en carne propia.
Cada año, reaparecen las campañas de concienciación, los anuncios de listas de emergencia y la “cantaleta” de la preparación. Para muchos, son ya una rutina, pero ignorarlas puede ser lamentable.
Si algo ha dejado claro nuestro pasado reciente es que prepararse salva vidas. Tras el huracán María, en 2017, un estudio conjunto de la Universidad de Harvard y la Universidad Albizu estimó más de 4,000 muertes entre septiembre y diciembre, la mayoría producto de la pérdida de servicios esenciales y del colapso en el acceso a salud, medicamentos y electricidad.
Recordar estos datos es incómodo, pero necesario. Como sociedad, no podemos permitir que el paso del tiempo borre lecciones tan caras. No podemos repetir la historia del huracán San Felipe en 1928, que, con los años, cayó en el olvido colectivo. Prepararse es una obligación moral; es un acto de amor a nuestra salud, nuestras familias y nuestra comunidad.
Por eso, comparto esta lista de recomendaciones. No solo para ti, sino para que la revises, la compartas, la mantengas a la vista y la vuelvas parte de tu plan de vida:
En circunstancias como estas, los recuerdos nos salvan. Apliquemos lo aprendido y mantengámonos preparados, mientras más preparados estemos, más rápido nos recuperaremos. Y, con el favor de Dios, la memoria activa y la comunidad alerta, saldremos adelante con dignidad, esperanza y salud completa. En MCS te queremos seguro y con salud.
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