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Guía práctica del COVID-19: lo que sabemos y lo que no

Desde los niños hasta los adultos mayores, hay que tomar medidas preventivas para evitar el contagio

4 de noviembre de 2020 - 12:16 AM

Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 4 años.
El distanciamiento físico junto a la mascarilla y el lavado frecuente de las manos siguen siendo las medidas de protección de rigor. (Shutterstock)

Ya son poco más de diez meses desde que se dio a conocer el primer caso de una nueva enfermedad que aparentaba ser muy contagiosa y peligrosa. Desde el epicentro de la conmoción inicial, la provincia de Wuhan, en China, un nuevo virus ocasionaba estragos. Cuando las autoridades de ese país compartieron la secuencia genética del virus, ya se había comenzado a aprender sobre este en lugares en los que no se había presentado ni un caso.

¿Dónde estamos?

“A casi ocho meses de la declaración de la pandemia de COVID-19, estamos lidiando día a día con esta situación que ha trastocado todos los aspectos de nuestras vidas. Todavía quedan muchas interrogantes y, aunque, a medida que avanzamos, entendemos más sobre esta condición, ¿cuánto sabemos en realidad?”, argumentó la doctora Zelma Fuxench, infectóloga y directora de los servicios de Infectología del Hospital HIMA San Pablo Bayamón, quien agregó que, actualmente, a nivel mundial, más de 40 millones de habitantes han sido confirmados positivos, alrededor de 200 mil personas se infectan diariamente y más de un millón de personas han fallecido, mientras que, en Estados Unidos, casi nueve millones de personas han sido confirmadas positivas, con un aumento diario de más de 10 mil personas que se infectan, y han fallecido alrededor de 230 mil. La infectóloga añadió que, en Puerto Rico, las cifras indican que más de 60 mil personas han sido confirmadas positivas y, de estas, han fallecido más de 800.

Gran potencial de contagio

“Para entender estos datos, tenemos que conocer qué es el COVID-19”, destacó, al señalar que “esta condición médica es causada por el virus SARS-CoV-2, que pertenece al grupo de virus de coronavirus, al cual pertenece también el virus que causa el catarro común”.

Según recontó la infectóloga, aún con el establecimiento de medidas para controlarlo, este virus logró llegar a otras regiones a través del movimiento de personas que, aun estando infectadas, no mostraban síntomas. Mientras tanto, las autoridades buscaban puntos comunes que ayudaran a prevenir el contagio y llegaron a varias conclusiones.

“A partir de ese momento, se reconoce que este virus es altamente contagioso, debido a que existe más de una forma para su transmisión o propagación”, dictó la infectóloga, al subrayar que “puede transmitirse por contacto, al tocar superficies contaminadas con el virus o por vía respiratoria, a través de gotas o partículas de aire infectadas con el virus que son expedidas al ambiente, al toser, estornudar, gritar o incluso hablar”.

Se concluyó que “podemos protegernos y proteger a las personas de más riesgo, tomando medidas como el uso de la mascarilla, el distanciamiento social, la limitación del tiempo de exposición y el lavado de manos, al igual que la limpieza de las superficies contaminadas”, subrayó la doctora.

“Este virus puede ser adquirido e infectar a personas de cualquier edad, sexo, con o sin condiciones médicas”, enfatizó la doctora Fuxench. Manifestó, además, que, si bien es cierto que un número significativo de personas van a ser asintomáticas o van a presentar un cuadro leve, en otras el cuadro puede ser moderado o severo e incluso llevar a la muerte.

Más allá de los síntomas

“Inicialmente, los síntomas descritos eran, en su mayoría, respiratorios como: tos, fatiga, dificultad respiratoria, además de fiebre y dolor de cabeza, pero se ha reconocido una serie de síntomas adicionales como: dolor abdominal, diarreas, pérdida de olfato y gusto, dolor muscular, dolor de garganta, náuseas, vómitos y otros”, agregó.

También se han identificado varias secuelas del COVID-19, algunas de las cuales pudieran afectar incluso a las personas que han tenido una manifestación leve de la enfermedad, como: inflamación del músculo cardíaco, complicaciones respiratorias, aumento en la coagulación sanguínea y síntomas gastrointestinales. Aunque en la mayoría de estos casos se resuelven al cabo de varias semanas, se aconseja estar atentos a su evolución.

Pruebas diagnósticas

La doctora Fuxench explicó que “tenemos disponibles diferentes pruebas que nos ayudan en el diagnóstico del COVID-19: las serológicas (Rapid-Test) en sangre, que determinan si una persona ha estado en contacto con el virus (SARS-CoV-2), mediante la identificación de anticuerpos (IgM, IgG); y la prueba diagnóstica de confirmación de infección presente con el virus, la prueba molecular (PCR, en inglés)”.

De leve a severa

En este punto, la infectóloga destacó que también se conoce que no es necesario que todos los pacientes con COVID-19 sean admitidos al hospital.

“Por lo general, al paciente con cuadro o síntomas leves se le recomienda permanecer en su casa, con medidas de aislamiento hasta la resolución o mejoría de los síntomas. Los pacientes con problemas respiratorios moderados o severos deben ser admitidos para un manejo apropiado de su problema respiratorio”, indicó.

Tratamientos

"Para los pacientes que son admitidos para manejo médico, contamos con ciertos tratamientos, no todos aprobados por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, en inglés), y otros bajo el uso autorizado de Emergencia (EUA), como: la terapia de anticoagulantes, para prevenir y manejar eventos tromboembólicos; la terapia de esteroides para regular el proceso inflamatorio; la terapia con agentes antivirales, como el Remdesivir, para controlar la replicación del virus; y la terapia con plasma convaleciente, que contiene anticuerpos contra el virus y anticuerpos monoclonales; además del uso de suplementos nutricionales como: vitamina C, zinc, tiamina, vitamina D, melatonina y otros.

En espera de la vacuna

Por su parte, la carrera por desarrollar una vacuna por la vía rápida sigue. Si todo continúa como hasta el momento, supondría un hito en el desarrollo de vacunas en general y en la esperanza de poder retomar cierta normalidad.

En pañales

En estos momentos, se desconoce el potencial de inmunidad y de reinfección del virus, o cuánto virus puede ocasionar la enfermedad. Otra gran incógnita es cuántas personas se han contagiado realmente.

No bajar la guardia

Debido a que el COVID-19 continúa siendo una enfermedad en evolución, es importante que sigas tomando las medidas de prevención para protegerte a ti y a tu familia. Por ello, es recomendable que te mantengas informado a través de las autoridades de la salud.

“En este momento, que está comenzando a surgir una segunda ola de nuevos casos en diferentes regiones y países, concientizar sobre las medidas de prevención es importante para reducir y mantener esta enfermedad a un nivel aceptable, sobre todo si consideramos el surgimiento de la “fatiga de la pandemia”, un estado de agotamiento colectivo que haría más difícil que las personas acepten nuevas regulaciones para el control de esta pandemia”, finalizó diciendo la infectóloga.

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Este contenido fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.

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