

Aunque casi toda su vida soñó con demostrar sus dotes como actriz y su talento frente a las cámaras, no fue hasta la pandemia que Maritere Castellanos Esteve se convirtió en una figura conocida en las redes sociales a través de su página llamada “Madres en Cuarentena”.
En momentos en los que se necesitaban risas y entretenimiento para superar el encierro causado por la pandemia del COVID-19, Castellanos Esteve se dio a conocer a través de su proyecto en el que muestra una forma de enfrentar el caos cotidiano de la crianza con risas, parodias y mucha honestidad, lo que le ha permitido conectar con miles de mujeres en Latinoamérica.
Y es que, a través del tiempo, la maternidad ha sido presentada como una experiencia casi mística: sacrificada, sublime, agotadora y muchas veces abrumadora, aunque llena de amor y satisfacción. Para Castellanos Esteve —madre de tres, actriz de corazón y comediante accidental— esta etapa de la vida tiene todos esos ingredientes pero ella le añade el toque personal del humor.
Nacida en Puerto Rico de madre boricua y padre cubano, Castellanos Esteve vive en Orlando, Florida, junto a su esposo Jerónimo Esteve y sus tres hijos: Jerónimo, Nicolás y Gabriel. Durante la pandemia, como muchas otras madres, se encontró en un escenario extremo, encerrada, con niños en casa, sin familia cerca y con una rutina que parecía desbordarse a diario. Fue así como, en medio de ese confinamiento y en complicidad con su amiga Silvi Escoto, nació “Madres en Cuarentena”. En estas parodias que comparte a través de sus redes sociales los protagonistas son los personajes de “Altagracia” (dominicana), “Fulanita” (puertorriqueña), “Olguita” (cubana) y “Betty” (colombiana), pero no hay que dejar a un lado que “Maritere” también ha calado hondo, dándole voz a miles de madres latinoamericanas que necesitaban —y necesitan— reírse para no llorar.
Antes de hacerse viral, su vida como madre no era muy distinta de la de muchas otras mujeres. Castellanos Esteve vivía “montada en un carro llevando niños, buscando niños, cocinando sin parar”, aseguró.
Se define como una madre a tiempo completo; esa pieza clave en el rompecabezas de su hogar que hace que la rutina funcione, que cada uno llegue a donde necesita llegar y que las cosas salgan de la mejor forma. Su intención nunca ha sido mostrar una vida perfecta; todo lo contrario, ella deja claro que no hay rutina exenta de caos y confusión, pero que, al final, las situaciones pueden resolverse.
“La maternidad es caóticamente hermosa. Es perfectamente imperfecta”, dijo con una sonrisa. Y esa es exactamente la esencia que captura en sus videos y espectáculos.
Con hijos de 16, 12 y 6 años, Castellanos Esteve navega las aguas de la crianza en múltiples frentes al mismo tiempo: adolescencia, preadolescencia e infancia. Cada uno con su carácter, talentos y peculiaridades. El mayor es metódico, disciplinado y competitivo. El del medio, su comediante natural y artista no declarado. El más chico, intelectual y curioso, con preguntas que la dejan buscando respuestas en Siri. “Es como si los hubiera criado una madre diferente a cada uno”, bromeó.
En medio de ese “hermoso caos”, Castellanos Esteve ha encontrado que la risa no es solo un recurso escénico, sino también un salvavidas emocional.
“A veces hay que hacer un alto y reírse de uno mismo. Eso es sano; es saludable”, afirmó, mientras relató con ese estilo jocoso tan particular que la caracteriza situaciones como cuando ha buscado el celular mientras hablaba por teléfono o ha tenido que olerse para comprobar si ya se puso desodorante.
No obstante, es precisamente esa autenticidad en lo absurdo de lo cotidiano, lo que la ha convertido en una figura querida por tantas mujeres que se ven reflejadas en sus historias.
Más allá de los vídeos, “Madres en Cuarentena” se ha convertido en una red de apoyo inesperada. Castellanos Esteve cuenta que los comentarios que recibe no solo la alientan, sino que también le dan herramientas nuevas, porque ha logrado crear, sin planearlo, una comunidad donde el humor es la puerta de entrada al desahogo, la empatía y el crecimiento.
“A veces me dicen ‘¿por qué no haces esto?’ o ‘¿por qué no pruebas lo otro?’ y tú dices, wow, eso no lo había pensado”.
Su rutina como madre sigue siendo intensa porque no tiene familiares cercanos que ayuden a alivianar la carga de criar a tres niños, y aunque su esposo “colabora”, ella misma entiende que tiene jornadas laborales extensas para llevar a casa el sostén económico. Por eso, considera que la red de amigas que ha creado en Orlando y el apoyo de Rosita, una mujer que la ayuda con la casa y a quien considera como una madre adoptiva, han sido fundamentales. “Es como dicen, ‘It Takes a Village’... pues, gracias a esa comunidad sobrevivo”, aseguró.
Con el reconocimiento obtenido en las redes, también han llegado las oportunidades de hacer presentaciones masivas a través del stand-up “Madres en Cuarentena”, que se presentó en Puerto Rico en el 2024 y con el que volvió el primer fin de semana de mayo de este año.
“Desde chiquita soy actriz frustrada. Cuando estaba en la escuela, siempre me montaba en el escenario con cualquier excusa. Hice anuncios de televisión en algún momento dado y tenía ese sueño de ser actriz, [pero] mis padres me llevaron por otros caminos. Estudié en mi carrera de relaciones internacionales, pero siempre tomé electivas de actuación y también di clases de actuación a niños de escuela elemental, cuando fui maestra en Miami a los niños de escuela elemental”, dijo.
Esta oportunidad ha sido una con la que Castellanos Esteve soñaba desde pequeña, pero que, a la vez, toma con control porque entiende la gran responsabilidad de la crianza de sus tres hijos. Ella reconoce la dificultad de equilibrar su vocación con la maternidad. Le encantaría hacer giras, presentarse en más escenarios, expandir su trabajo, pero también sabe que sus hijos la necesitan.
“Esa parte es la más difícil; puedo hacer este show, pero tengo que estar las otras dos semanas ahí. No pueden faltar ellos a su torneo de golf, a su torneo de soccer”, mencionó.
Y aunque nunca imaginó estar en un escenario haciendo reír a otros, hoy se siente plena cuando lo hace. “Es esa lucecita que estuvo apagada por muchos años se prendió y ahora estoy sorprendida con lo que pasa”. Desde los escenarios hasta su cuenta en redes sociales, ha demostrado que el humor puede ser una poderosa herramienta de sanación y conexión.
Ese equilibrio es parte de lo que ha aprendido con el tiempo. Antes, se sentía culpable si se tomaba tiempo para ella. Ahora, ha comprendido que, para ser una buena madre, también necesita sentirse realizada como persona.
“Antes sentía toda esta culpabilidad cuando hacía cosas divertidas, pero ahora siento que puedo balancear las dos cosas... cuando estoy con ellos, soy mejor madre, soy mejor persona”, concluyó.
La vida de madre no es perfecta y Maritere Castellanos Esteves lo sabe. Por eso, comparte algunas preocupaciones que tanto ellas como otras madres tienen a menudo y como ella las resuelve con un poco de humor, responsabilidad y dejando a un lado ese sentimiento de culpabilidad que, muchas veces, ataca a las madres.
1. ¿Los estoy alimentando bien?
Entre nuggets, brócoli y papitas, las madres viven preocupadas por si sus hijos comen bien. Castellanos Esteve lo resume así: “Una vez al año, les hago pruebas de sangre. Si todo sale bien, entonces no estamos tan mal. Hay fast food, pero también hay salmón. ¡Balance, y a seguir!”
2. ¿Están haciendo suficientes actividades?
Las agendas de los niños parecen las de un CEO. Pero después del tercero, Castellanos Esteve se ha relajado: “Está bien que un día falte a la práctica. No todo tiene que girar alrededor de las actividades extracurriculares”.
3. ¿Qué será de ellos en el futuro?
La ansiedad por el porvenir es real, pero ella confía en que cada hijo encontrará su camino. “Hay que dejar que exploren y se den sus cantazos... uno no puede resolverles la vida entera”.
4. ¿Estoy presente suficiente?
Las madres viven con culpa por todo: por irse con las amigas, por trabajar, por no estar 24/7, pero Castellanos Esteve ha entendido que cuidar de sí misma la hace mejor madre. “Si tú te sientes completa, eres mejor con ellos”.
5. ¿Estoy fracasando?
Ese pensamiento es más común de lo que se dice, pero, al compartirlo, se disuelve. Con humor y honestidad, Castellanos Esteve recuerda que “no estamos solas y reírse es, muchas veces, la mejor forma de sobrevivir”.
La autora es periodista colaboradora de Suplementos.
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