Logra que el proceso de vacunación sea más llevadero con estas recomendaciones
Logra que el proceso de vacunación sea más llevadero con estas recomendaciones
El sentimiento de protección que nos guía como madres o padres alcanza otra dimensión una vez nuestro pequeño bebé cumple los dos meses y en el calendario —claramente— dice “vacunas”.
Por un lado está el dolor que la inyección le puede ocasionar y por otro la responsabilidad que tienes como encargada o encargado de ese nuevo ser para que crezca saludable y no padezca afecciones que pueden ser mortales.
Una de estas es la enfermedad neumocócica, que puede causar pulmonía neumocócica, otitis media, meningitis y bacteriemia. Como esta enfermedad, existen otras que se pueden prevenir a través de la inmunización.
"Sin las vacunas, las epidemias causadas por enfermedades prevenibles podrían reaparecer y llevar a un aumento en el número de casos por enfermedad, discapacidad y muertes", destacan los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, el proceso de vacunación no deja de ser estrésico para las madres y padres, que nunca estaremos preparados para ver a un hijo incómodo o adolorido.
Para lograr que esos días de vacunas sean menos intensos y más relajados, la pediatra Iris Cardona Gerena y el pediatra Gerardo Tosca Claudio, explicaron, por separado, las medidas preventivas más importantes.
1. Habla con el pediatra sin miedos: No te quedes con dudas; pregunta sobre cualquier tema que te preocupe, incluso con la enfermera. Antes de salir del consultorio, corrobora los posibles efectos secundarios de la vacuna y cómo tratarlos en casa. Hacerlo previo al día de vacunación te ayudará al momento de transmitirle seguridad a tu pequeño, incluso cuando apenas tiene meses de edad.
2. Pide a alguna persona de confianza que te acompañe: Si definitivamente crees que no podrás soportar sola o solo este momento, ve con alguien que te pueda ayudar a confortar y calmar al bebé en vez de llorar con él.
3. Háblale dulcemente y respiren juntos: Aunque es un bebé todavía, mientras lo sostienes contra tu pecho o sobre tus piernas, intenta respirar profundamente y con ritmo; así te relajarás y es posible que tu bebé también lo haga.
4. Considera lactar: Pregúntale al pediatra sobre la posibilidad de lactar a tu niño en el proceso de la inyección y posterior a este para calmarlo. Tú también encontrarás tranquilidad.
5. Nada de medicamentos previos: Algunas personas medican a sus niños con fármacos como el ibuprofeno o acetaminofén para evitar que los efectos secundarios comunes de las vacunas afloren. Esta práctica no es recomendable porque puede esconder alguna reacción alérgica seria a los compuestos de la vacuna. Ambos medicamentos solo deben usarse, si es necesario, luego de la vacuna, nunca antes.
6. Pendiente al pequeño en casa: Presta atención a las posibles reacciones de tu bebé. Aplica compresas frías en el área inyectada, procura reducir la temperatura con baños de agua fría antes que con medicamentos y mantenlo bien hidratado. Es importante que reine la calma y el control y que puedas transmitirlo.
El momento breve de dolor no se compara con los beneficios a su salud y bienestar. Al inmunizar a tu bebé, lo proteges de enfermedades severas prevenibles.
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