Estudiantes, profesores, adultos y niños se dieron cita al primer centro docente del país para apreciar el espectáculo astronómico
Estudiantes, profesores, adultos y niños se dieron cita al primer centro docente del país para apreciar el espectáculo astronómico
Bajo los ardientes rayos del sol, decenas de personas se congregaron en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras para apreciar, mediante una gama de instrumentos, el eclipse solar; un espectáculo astronómico que se percibió, de forma parcial, desde el archipiélago borinqueño.
El calor no detuvo a estudiantes y profesores del Círculo Astrofísico de Puerto Rico, quienes a la 1:00 p.m. ya habían desplegado, en las inmediaciones del primer centro docente del país, telescopios, proyectores y gafas solares que les permitirían avistar un evento que muchos describieron como extraordinario.
“Aunque nosotros no tenemos la perspectiva correcta para que se tape por completo (el Sol), hay que aprovechar todas las oportunidades. Así que estamos aquí para que las personas puedan apreciar este eclipse parcial”, expresó la doctora Carmen Pantoja, profesora del Departamento de Física, a El Nuevo Día.
“Para nosotros, el eclipse principalmente es una oportunidad para la educación, para poder compartir la ciencia y poder ayudar a transmitir diferentes conceptos que queremos al público”, añadió la astrónoma.
Cerca de las 2:39 p.m., comenzó a avistarse el eclipse y, aunque en ocasiones cierta nubosidad ocultaba el Sol, los estudiantes, adultos y niños allí presentes no se vieron desanimados. Al contrario, se les escuchaba decir “¡míralo! míralo! Se está empezando a tapar”.
Con gafas específicamente designadas para este evento, pronto dirigieron sus miradas hacia el firmamento; mas no fueron los únicos cuya atención se centró en el astro, pues tres telescopios con filtros solares ya apuntaban hacia el cielo.
Uno de los instrumentos fue identificado por la doctora Pantoja como el “Dynamic Eclipse Broadcast”, un proyecto de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas inglés), mediante el cual se captan y comparten imágenes del eclipse en tiempo real a través del mundo.
Detrás de una computadora, Nadja Aldarondo, estudiante de Ciencias Físicas, tomaba, junto a su compañero, las primeras fotos. La emoción era evidente en sus rostros.
“Estamos tomando imágenes desde el comienzo hasta el final del eclipse con el pico máximo, que aquí es un 6%. Las vamos a subir a una base de datos y se van a utilizar para entender cómo es la evolución de la luz blanca en la corona del Sol. Así que estos datos van a ser utilizados para propósitos científicos mediante una iniciativa de la Universidad de Illinois”, explicó Aldarondo.
La estudiante contó que, desde pequeña, siempre le interesó la astronomía. Frecuentemente, veía películas del espacio junto a su padre y así fue desarrollando su pasión.
“Estos son eventos son bien raros. Así que es magnífico (...) Para una estudiante de Astronomía, de Física, es espectacular”, sostuvo.
Para Julián Ramos, también alumno de Ciencias Físicas, llevar a cabo una experiencia de divulgación científica para la comunidad ha sido “hermoso”.
“Podemos acercarnos a personas que a lo mejor no tienen experiencia en astrofísica o no tienen experiencia en física como tal y podemos llevarle esto y enseñarle lo bonito que es. La idea es que todo el mundo aprenda, que todo el mundo logre disfrutarlo y que todo el mundo sepa de estas cosas, aunque este no sea su campo”, indicó a este medio.
“La Luna cubrirá al Sol solo un 6%, pero hay que apreciarlo porque esto no pasa mucho y las poquitas veces que pasa es bueno salir. Mirarlo para que cuando uno sea bien viejo diga: ‘ah, yo me acuerdo, yo lo vi’“, expresó entre carcajadas el aficionado de la astronomía.
Tal como se había pronosticado, el eclipse alcanzó su pico de parcialidad entre las 3:10 p.m. y 3:30 p.m, específicamente a las 3:20:46. Cerca de esa hora, más personas llegaron hasta el lugar para gozar del tan esperado suceso.
Sus rostros evidenciaban asombro, mientras que los niños se paseaban de instrumento a instrumento para observarlo desde distintas perspectivas.
Uno de ellos logró divisarlo a través de un par de binoculares y no pudo contener un “wow”. Luego, se dirigió hacia una especie de proyector llamado “Sunspotter”, que les permitió ver no tan solo la porción del Sol cubierta por la Luna, sino también algunas de las manchas de la estrella.
El evento culminó cerca de las 4:00 p.m., por lo que, en total, la actividad duró casi una hora y media.
De acuerdo con la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), durante un eclipse solar total, la Luna bloquea perfectamente al Sol, por lo que una franja de la Tierra queda bajo oscuridad. A diferencia de un eclipse lunar, que puede apreciarse desde cualquier punto de la Tierra, los solares solo se pueden ver en zonas relativamente pequeñas, en un momento determinado.
La emoción en cuanto al fenómeno no solo acaparó a Puerto Rico, sino que se apoderó de los Estados Unidos, donde el evento se percibió en su totalidad a través de 13 estados que incluyen Texas, Oklahoma, Arkansas, Missouri, Illinois, Kentucky, Indiana, Ohio, Pennsylvania, Nueva York, Vermont, Nuevo Hampshire y Maine. La última vez que este fenómeno ocurrió en la nación norteamericana y la región de las Américas fue en el 2017.
Como parte del evento de este año, Miguel Martínez Ledesma, investigador del Departamento de Heliofísica del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) compartió en una entrevista previa con este medio que la NASA lanzaría varios cohetes en Virginia que estudiarán la ionosfera, la capa de la atmósfera terrestre choca con el vacío del espacio.
De igual forma, indicó que un evento de este tipo, aún siendo percibido de forma parcial, traería consigo una leve reducción en las temperaturas y en la intensidad de la luz solar.
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