

14 de junio de 2025 - 4:42 PM
La semana del 8 al 16 de junio está dedicada a las tortugas marinas y, este sábado, la organización Chelonia –enfocada en la conservación de estas especies– colaboró desde Puerto Rico en una limpieza de playas global, coordinada por Oceanic Society y Sea Turtle Week.
El evento tuvo lugar en la Reserva Natural Playa Grande El Paraíso, en Dorado, y sirvió para llamar la atención sobre la conservación de las tortugas marinas y su hábitat. Las aguas y costas de Puerto Rico albergan a cinco de las siete especies de tortugas marinas en el mundo: tinglar, carey de concha, tortuga verde (peje blanco), caguama y golfina, siendo estas dos últimas las menos comunes.
Jeriliz Ortiz Laboy y Julimar Nevárez Meléndez, de Chelonia, tuvieron a cargo la coordinación de la limpieza, a la que se unieron más de 80 voluntarios de la comunidad, junto a 22 miembros de la organización, que es la más longeva en la isla dedicada a la conservación de tortugas marinas, utilizando la investigación científica, la educación y la participación comunitaria para liderar iniciativas.
El grupo removió unas 260 libras de basura.
“Había gente de todas edades participando”, destacó Ortiz Laboy, en entrevista con El Nuevo Día. “Para mí, siempre es muy impresionante ver la reunión de la comunidad y ver gente que nos sigue visitando”.
Los voluntarios fueron divididos en grupos, basándose en los espacios más probables de contener nidos de tortugas marinas. Por casi cuatro horas, colectaron botellas plásticas y sus tapas, troncos y hasta una cisterna. La basura también fue divida en grupos, según el tipo de materiales, para posteriormente ser enviada a distintos municipios para su debido procesamiento. La vegetación encontrada cerca de la orilla se reubicó a un área con más cubierta de flora.
Remover la basura es una acción esencial para asegurar que las tortugas hembra tengan fácil acceso a espacios de anidamiento, destacó Ortiz Laboy. El proceso de desovar dura unas dos horas, y empieza con la llegada de la tortuga del mar a la orilla. Este es el paso más importante, y si hay obstáculos –como troncos–, es posible que la tortuga no pueda depositar sus huevos por estar desorientada.
En cambio, sin la basura como obstáculo, la tortuga escogerá un sitio basado en elementos ambientales, como cuán gruesa sea la arena, la humedad y temperatura. Después, cavará un nido usando sus aletas traseras, de entre dos a tres pies de profundidad, que contendrá entre 70 y 80 huevos. Regresará al mar, y los huevos eclosionarán luego de 45 a 70 días.
Tener un ecosistema ideal es necesario para apoyar el crecimiento de las poblaciones frágiles de tortugas marinas, subrayó Ortiz Laboy.
“Nosotros también somos parte del ecosistema”, enfatizó. “Es necesario que, si vamos a la playa, hay que llevarse su basura, pero, además, si ves basura que no sea tuya, recogerla”.
Utilizando parte de la basura que colectaron durante el evento, los voluntarios crearon una obra de arte dedicada a la Semana de las Tortugas Marinas. Chelonia continuará organizando eventos de conservación y monitoreo de estas poblaciones. Para más información, revise sus redes sociales en Facebook e Instagram.
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