El crecimiento del sector de la tecnología ha resultado en la creación de unidades que se mejoran a sí mismas cada año. Un celular nuevo se volverá obsoleto cuando salga la versión aún más actualizada, trayendo el problema de dónde disponer de los aparatos que no se usarán más. A veces, se quedan en una gaveta en casa indefinidamente, pero, en otras ocasiones, se pueden encontrar abandonados hasta en la orilla de una playa.

En busca de una solución, este próximo sábado, 14 de junio, entre 9:00 a.m. y 2:00 p.m., habrá un evento al que la ciudadanía podrá llevar sus equipos electrónicos en desuso para reciclar. Organizado por la organización Recicla Tu Cel, tendrá lugar en el Mercadillo de la Plaza José R. Millán, en Hatillo.

En entrevista con El Nuevo Día, el fundador de Recicla Tu Cel, Norberto Marchany López, explicó que, además de celulares (que puedan estar rotos, viejos o mojados), se aceptarán computadoras, “laptops”, tabletas y consolas de videojuegos (de PlayStation, Nintendo y Switch).

“Nos hace falta reciclar más porque, si no, nos vamos a inundar de basura, y esa basura va a contaminar la vida de nuestros hijos y nietos”, dijo Marchany López, al destacar la importancia de establecer centros de acopio para manejar adecuadamente los residuos.

Actualmente, Recicla Tu Cel colabora con los centros de acopio en distintos municipios, siendo el de Barceloneta el más reciente, en mayo. Parte de la misión de la organización es lograr acuerdos colaborativos con centros de acopio para presentar alternativas en distintas regiones de Puerto Rico.

Marchany López resaltó que, como organización, Recicla Tu Cel ha acumulado más de 20,000 unidades electrónicas, lo que equivale a unas 800 libras. Durante el evento de este sábado, añadió, los participantes tendrán la oportunidad de entregar sus unidades y, después, participar de una charla sobre la importancia del reciclaje en la isla. Podrán hacer preguntas sobre el reciclaje de electrónicos, pero también de cómo se puede contribuir al bienestar del medioambiente.

Tras el evento, a las unidades se les removerán las baterías, para luego ser empaquetadas y enviadas a centros de reciclaje. Las partes funcionales serán reutilizadas por las tiendas de reparación de los electrónicos. Con esto, se evita la necesidad de comprar un celular completamente nuevo, una acción que ahorra dinero y reduce las probabilidades de que termine en el océano, por ejemplo.

Para Marchany López, organizar el evento es parte de una misión personal y comunitaria. “A los 60 años, me vas a llamar y preguntar qué estoy haciendo, y te voy a responder: reciclando celulares. Esto es mi misión y pasión de la vida”.

La participación es gratis. No se aceptarán baterías, monitores ni impresoras. Más información aquí.