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Con la ayuda de 1,800 voluntarios, la organización sin fines de lucro Para la Naturaleza ha sembrado unos 12,000 árboles en toda la isla como parte de su programa Hábitat, creado en respuesta a los daños causados por el huracán María hace un año.
“Están sembrados y en proceso de acompañamiento”, dijo el presidente de Para la Naturaleza, Fernando Lloveras, en referencia al mantenimiento y cuidado adecuados para que las pérdidas sean mínimas.
Hábitat, que tiene como meta la siembra de 750,000 árboles en siete años, da a los ciudadanos un rol protagónico. Por eso, en las siembras han participado 33 escuelas y universidades, 30 organizaciones sin fines de lucro y comunitarias, y 15 auspiciadores o colaboradores corporativos.
En total, los voluntarios han donado más de 11,000 horas.
“Esto ha generado toda una dinámica muy buena. Hábitat es un programa de recuperación ecológica… es mucho más que siembra. Estamos sembrando muchos árboles y acompañándolos en su recuperación, y las siembras están atadas a la parte educativa. Las comunidades están aprendiendo sobre ecosistemas, las especies y sus beneficios sociales y económicos”, resaltó Lloveras.
Hábitat da prioridad a especies de árboles nativos, endémicos, raros y en peligro de extinción, que se siembran en áreas naturales protegidas y bosques, pero también en contextos urbanos y costeros. También se siembran árboles frutales, aunque no sean nativos o endémicos, pues María hizo aún más evidente la dependencia alimentaria en la isla.
Alta producción
Lloveras precisó que, desde enero, Para la Naturaleza ha producido más de 74,000 árboles en sus viveros. Algunas de estas instalaciones, incluso, han sido expandidas como parte de las reparaciones post-María.
La meta de la entidad es culminar el año con más de 150,000 árboles producidos.
“Para el año que viene, estamos aspirando a 150,000 árboles producidos y listos para sembrar. Eso nos daría capacidad de sembrar y suplir árboles a otras organizaciones y entidades gubernamentales que se quieran unir”, dijo.
“A causa del huracán, perdimos casi toda la vegetación y entramos en frustración porque no veíamos nada verde. Pero hubo una recuperación rápida e inspiradora; empezamos a ver la resiliencia de la naturaleza. Y esa fue una lección muy grande: la respuesta a estos eventos está en la propia naturaleza”, agregó.
Lloveras destacó que, a través de Hábitat, se lleva el mensaje de preservar la infraestructura natural del país.
Más componentes
Hábitat también incluye la creación de 30 centros resilientes en comunidades de toda la isla.
Se trata de espacios habilitados con sistemas de energía solar, captación y filtración de lluvia, estufas de gas y cualquier otro equipo que las comunidades puedan requerir en casos de emergencias.
Hasta el momento, se han establecido tres centros, dos en Maunabo y uno en Naguabo, con el auspicio de las organizaciones sin fines de lucro PRxPR y Resilient Power Puerto Rico.
Lloveras dijo que Para la Naturaleza ya tiene los paneles solares para los 30 centros, que serán instalados por Resilient Power Puerto Rico. Están en el proceso de adquirir baterías de resguardo.
“Vamos a tener mucha aceleración en el establecimiento de los centros en los próximos meses. En algunos casos, nos topamos con que los municipios son los titulares de las propiedades, y estamos en negociaciones con ellos para hacer las cosas bien. Pero el plan y los fondos están ahí; estamos en ejecución”, indicó.
Con relación a los fondos, Lloveras detalló que han recaudado unos $3.5 millones, provenientes, en su mayoría, de donaciones de puertorriqueños en la diáspora. El dinero se ha usado para las siembras, los centros resilientes y fomentar la agroecología.
Eso último es el tercer componente del programa Hábitat. En una “primera ronda”, en noviembre pasado, Para la Naturaleza dio 50 subvenciones a agricultores agroecológicos.
Recientemente, la organización otorgó 25 subvenciones adicionales, cada una de $4,500.
“La primera ronda fue para ayudar a los agricultores a levantarse rápidamente, luego de haber perdido su producción e infraestructura. Ahora seguimos recaudando fondos, pero para ayudarlos a crear una infraestructura más resiliente, como sistemas de riego y viveros contra el cambio climático”, indicó, al afirmar que la agroecología “debe convertirse” en una “fuente de alimentos saludables” para los boricuas.
A futuro, sostuvo Lloveras, el plan de Para la Naturaleza es implantar Hábitat de forma “consciente y consecuente, para asegurar que tenga un impacto permanente en las comunidades y en los ecosistemas”.