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Grupos comunitarios recibieron como un primer e importante paso la asignación de $1,000 millones al Departamento de Energía de Estados Unidos para colocar sistemas solares y de almacenamiento en los techos de viviendas de personas de bajos recursos y/o discapacitados en Puerto Rico.
“Apuntar a $1,000 millones para la instalación de estos sistemas en comunidades de bajos ingresos también es un reconocimiento importante de que los beneficios de la energía solar de techo deben llegar a quienes más los necesitan. Esperamos que se establezca un proceso de participación transparente y amplio que garantice que las organizaciones y comunidades locales participen en la planificación, diseño e implementación del programa”, indicó Ingrid Vila, de la organización CAMBIO, al recordar que desde 2016 grupos como Queremos Sol han abogado por este tipo de iniciativas.
Con los cerca de $1,000 millones que se destinarán a la compra e instalación de paneles solares y baterías de almacenamiento de energía se pueden impactar hasta 40,000 casas, según dijeron.
“El almacenamiento solar y de baterías en los techos proporcionó resistencia al sistema de energía durante el huracán Fiona. Prácticamente todos los hogares con estos sistemas tuvieron energía restaurada rápidamente una vez que las tormentas disminuyeron. Estos fondos deben desplegarse rápidamente para proteger a más familias de la próxima tormenta y no estancarse innecesariamente en una agencia para ser distribuida”, indicó David Ortiz, director del Programa de Puerto Rico para Solar United Neighbors (SUN).
El Congreso terminó el viernes de aprobar el ómnibus presupuestario que incluye la asignación de $19,000 millones para el programa Medicaid de Puerto Rico de ahora hasta septiembre de 2027. También incluye la propuesta que hiciera el saliente presidente del Comité de Recursos Naturales, el demócrata Raúl Grijalva (Arizona), para dedicar fondos a la adquisición e instalación de paneles solares y baterías de almacenamiento de energía, como respuesta al huracán Fiona.
“A medida que la crisis climática continúa desarrollándose, esta financiación contribuirá en gran medida a garantizar que algunos de los residentes más vulnerables de la isla estén a salvo frente a tormentas más fuertes e intensas. Sin embargo, para ser claros, esta cantidad de fondos no será suficiente para extender esa seguridad a todos los que la necesitan”, indicó Grijalva.
“Este es un triunfo para las docenas de organizaciones ambientales de base en Puerto Rico y la diáspora que han presionado por la energía solar en los techos y el almacenamiento para aumentar la resiliencia y la autosuficiencia entre la población más vulnerable de nuestro archipiélago. Ahora trabajaremos con el Departamento de Energía de los Estados Unidos para asegurarnos de que el dinero vaya a donde se necesita, que las comunidades y las organizaciones no gubernamentales tengan más poder de decisión en este proceso, y que los fondos de desastres anteriores que no se han utilizado se reprogramen para la energía solar y el almacenamiento en los techos. Después de 124 años de colonialismo, merecemos esto y mucho más para aumentar nuestra autosuficiencia e independencia energética”, señaló, por su parte, Edil Sepúlveda, cofundador y presidente de Boricuas Unidos en la Diáspora (BUDPR).