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Washington D.C.– El speaker Kevin McCarthy afirmó hoy que “no estamos ni cerca de un acuerdo” con la Casa Blanca en torno a las condiciones que se deben imponer para elevar el techo de la deuda pública federal, justo cuando congresistas republicanos ponen en duda que la fecha fatal para un potencial impago sea el 1 de junio.
A nueve días de la potencial fecha de impago – que provocaría que Estados Unidos deje de cumplir con ciertas obligaciones financieras-, McCarthy hizo los comentarios en la reunión semanal de la conferencia republicana de la Cámara baja, que, con solo un puñado de excepciones, apoyó un proyecto de ley que exige recortes fiscales y cambios de política pública para autorizar un nuevo tope de la deuda pública federal.
A su caucus, que tiene una frágil mayoría – 222 a 213- y que incluye decenas de congresistas muy conservadores que tendrá que convencer sobre un acuerdo distinto a la legislación aprobada, le pidió apoyo.
Luego, en un comentario que ha levantado preocupaciones en la Casa Blanca, McCarthy dijo a CNN que la única concesión que está dispuesto a hacer es elevar el tope de la deuda pública.
“Estamos muy distanciados”, reafirmó el republicano Garret Graves (Luisiana), principal negociador del equipo de McCarthy, poco antes de iniciar nuevas conversaciones en el Capitolio con el equipo de la Casa Blanca.
McCarthy tuvo el lunes su primera reunión uno a uno con el presidente Joe Biden en torno a la deuda federal en busca de un acuerdo urgente, justo cuando la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, reafirmó que tan pronto como el 1 de junio, es decir el jueves de la semana próxima, puede quedarse sin maniobras financieras para cumplir con todas las obligaciones federales.
Si esa es la fecha fatal, la Cámara de Representantes requeriría aprobar legislación a más tardar este fin de semana, para permitir que el Senado la tramite la semana próxima.
La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karine Jean Pierre, dijo que las conversaciones continuarán diariamente en “múltiples ocasiones” con el objetivo de lograr “un acuerdo de presupuesto que sea razonable...y por el cual puedan votar las dos cámaras del Congreso”.
Desde enero, el gobierno de Estados Unidos habría alcanzado el tope de la deuda autorizada, $31.4 billones (trillions en inglés). Pero, Yellen sostuvo que en solo nueve días se pueden quedar sin espacio para cumplir con todas las obligaciones.
McCarthy lidia también con los que dentro de su caucus consideran que la administración Biden mete miedo con la fecha del 1 de junio. “No creo que es una fecha límite real”, dijo el republicano Matt Gaetz (Florida), uno de los conservadores que no votó por McCarthy para la presidencia de la Cámara baja federal. A Gaetz lo secundó otro conervador, Scott Perry (Pensilvania).
La falta de autorización del Congreso para pagar toda la deuda, ha advertido el presidente Biden, puede causar una “catástrofe económica”.
Según la secretaria Yellen, el gobierno federal puede enfrentarse a una caída en los mercados, alza en las tasas de interés, una baja en la clasificación de los bonos del gobierno federal, retrasos en los pagos del Seguro Social, de la nómina gubernamental y los reembolsos de Medicaid, entre otras cosas.
En torno a Puerto Rico, el grupo de estudio Centro de Presupuesto para Políticas Públicas Prioritarias (CPBB) ha advertido que si se mantienen los recortes propuestos por los republicanos, las asignaciones federales discrecionales pueden reducirse en $1,570 millones durante el año fiscal estadounidense.
El proyecto aprobado en abril por la mayoría republicana de la Cámara baja (217-215) incrementaría en $1.5 billones o hasta el 31 de marzo de 2024, lo que ocurra primero, el techo de la deuda pública. Pero, lo condiciona a que se regrese al nivel de gastos del año fiscal 2022, y se aumente en solo 1% el monto del presupuesto anualmente.
El plan republicano requiere rescindir los fondos no comprometidos asignados para mitigar el COVID-19. Pero, la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) informó hoy que todo el dinero asignado a la Isla entre 2020 y 2022 ya fue obligado o comprometido. También propone cancelar asignaciones de la ley Reducir la Inflación (IRA, en inglés) contra el cambio climático y para reclutar nuevo personal en el Servicio de Rentas Internas.
Otra medida persigue prohibir que el presidente de Estados Unidos pueda cancelar deuda pública estudiantil de préstamos otorgados por el gobierno federal.
El plan incrementaría de 49 a 55 años la edad bajo la cual adultos sin complicaciones de salud y sin hijos tienen que trabajar durante tres meses cada tres años para poder obtener beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP).
También busca establecer requisitos de 80 horas laborales o servicios comunitarios para los beneficiarios de Medicaid entre 19 y 55 años que tengan capacidad para trabajar. La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, en inglés) considera que el plan republicano excluirá de Medicaid a 1.5 millones de adultos en Estados Unidos y sus territorios.
Por otro lado, el precandidato del Partido Popular Democrático (PPD) a comisionado residente en Washington, Pablo José Hernández Rivera, dijo que se reunió el lunes con el líder de la minoría cameral, Hakeem Jeffries (Nueva York), para pedirle que “los demócratas se mantuvieran firmes en contra de los recortes presupuestarios que promueven los republicanos para prevenir el impago de la deuda.”