Washington D.C. – El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, refirió el martes al Senado los cargos con los que la mayoría republicana basa la petición de destitución en contra del secretario de Seguridad Interna (DHS), Alejandro Mayorkas, un asunto que la mayoría demócrata puede echar a un lado tan pronto como el miércoles.

“Los republicanos de la Cámara de Representantes exigen que Chuck Schumer lleve a cabo un juicio completo sobre el secretario del DHS, Alejandro Mayorkas. Es el peor secretario de gabinete que jamás haya servido en la historia de Estados Unidos”, indicó Johnson, quien se enfrenta a su propia controversia, pues dos de sus colegas han pedido su destitución.

Hace dos meses – el 13 de febrero-, la Cámara baja, por la mínima diferencia 214-213-, aprobó una resolución que denuncia al secretario Mayorkas por supuestamente “incumplir con las leyes de inmigración” y “violar la confianza pública”. Tres republicanos votaron en contra.

Desde el hemiciclo del Senado, el presidente del Comité de Seguridad Interna de la Cámara de Representantes, el republicano Mark Green (Tenesí) - junto a otros 10 congresistas republicanos que sirven como ‘fiscales’ -, leyó los cargos en contra de Mayorkas y argumentó en favor de su destitución.

“Ha traicionado la confianza pública”, dijo Green, al cuestionar entre otras cosas, que el secretario Mayorkas haya dicho que la frontera sureña estaba bajo control.

El líder de la mayoría demócrata del Senado, Charles Schumer (Nueva York), reafirmó el martes, no obstante, que no ve ninguna base para poner en marcha un juicio político, en el que los fiscales de la Cámara baja presentarían su caso y Mayorkas tendría derecho a su defensa, por lo que se prevé que tan pronto como el miércoles buscará desestimar los cargos.

“Un juicio político nunca debe utilizarse para resolver un desacuerdo político. Hablemos de un precedente terrible: esto sentaría un precedente terrible para el Congreso”, dijo Schumer al abrir los trabajos del martes en el hemiciclo del Senado.

De todos modos, Schumer dijo que el miércoles sesionarán como un tribunal para un juicio político. Los 100 senadores serán juramentados como jurados, bajo la presidencia de la presidenta pro tempore del Senado la demócrata Patty Murray.

El líder de la minoría republicana del Senado, Mitch McConnell (Kentucky), sostuvo que los cargos deben ser tomados “con seriedad”. “La extensión de la crisis es bien conocida”, dijo McConnell, al indicar que los senadores deben tener la oportunidad de escuchar la evidencia que trae la mayoría republicana de la Cámara de Representantes.

“La catástrofe en la frontera sur es el problema número uno para el pueblo estadounidense. Debemos responsabilizar plenamente a quienes diseñaron esta crisis. Si bien esto lo obligará a lidiar con la crisis que su partido y el presidente han creado, el senador Schumer debe celebrar un juicio público sobre el juicio político al secretario Mayorkas. El senador Schumer es el único impedimento para que el pueblo estadounidense rinda cuentas. Según la Constitución, la Cámara exige un juicio”, sostuvo, por su parte, el speaker Johnson, al responder al líder de la mayoría demócrata del Senado.

Por su parte, el senador republicano Mike Lee (Utah) dijo el lunes que intentará bloquear los trabajos en el hemiciclo si Schumer logra descarrilar las denuncias en contra del secretario Mayorkas sin un juicio a fondo.

Mayorkas es el primer miembro activo de un gabinete de gobierno en enfrentarse a un juicio político en el Senado. Solo en 1876 hubo un proceso de destitución contra un miembro del gabinete del presidente de Estados Unidos pero entonces William Belknap, quien fue absuelto en el Senado, ya había dejado la secretaría de Guerra.

Con o sin juicio formal, su resultado ya es evidente. No hay un solo demócrata, en un Senado dividido 51 a 49, que respalda la destitución de Mayorkas - quien testificaba el martes en la Cámara baja sobre el presupuesto 2025-, y los republicanos que estén a favor necesitarían el voto de dos tercios de los 100 senadores.

Incluso, el senador republicano Mitt Romney (Utah) no ha descartado votar a favor de una moción para rechazar los cargos en contra del funcionario, de origen cubano y uno de cuatro hispanos en el gabinete del presidente Joe Biden.

A Johnson este proceso le toma en medio de una nueva pugna con algunos de sus colegas republicanos, que objetan la posibilidad de que lleve a votación en la Cámara de Representantes una nueva asignación de fondos para asistir militarmente a Ucrania sin incluir lenguaje que fomente el cierre de la frontera con México.

La congresista republicana Marjorie Taylor Greene (Georgia) ha presentado una moción para destituir a Johnson. El martes, su colega Thomas Massie (Kentucky) suscribió la medida, que puede discutirse en momentos en que, a partir del viernes, la mayoría republicana quedará con su ventaja más pequeña de esta sesión, 217 a 213. Para entonces habrán cinco vacantes, cuatro republicanas y una demócrata.

“No voy a renunciar”, dijo Johnson, al indicar que está centrado en la legislación que buscar otorgar nueva asistencia a Israel, Ucrania y Taiwán, entre otras cosas.

Para Johnson, debatir ahora su futuro como presidente de la Cámara de Representantes “es una idea absurda… cuando simplemente estamos aquí tratando de hacer nuestro trabajo”.

“No es útil para la causa, no es útil para el país, no ayuda a los republicanos de la Cámara de Representantes a avanzar en nuestra agenda”, agregó.

Greene tiene que presentar su moción como una cuestión de privilegio para poder forzar una votación, lo que no ha hecho. Si se produce la votación, no se descarta que demócratas, a menos de siete meses de las elecciones presidenciales y con la asistencia a Israel y Ucrania en juego, respalden dejar la moción sobre la mesa y efectivamente derrotarla.